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La La Audiencia Nacional concede un permiso de tres días a un etarra con dos asesinatos por su "buena conducta"

El tribunal rechaza que Aitor Bores pueda fugarse, como alegó el  fiscal, y le autoriza a salir de la cárcel de Nanclares.

el 29 nov 2011 / 19:21 h.

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La Audiencia Nacional ha concedido un permiso de tres días al  etarra Aitor Bores, condenado por los asesinatos de un guardia civil  y un policía nacional en 1994, como recompensa a su "buena conducta",  su "comportamiento responsable" y la "evolución penitenciaria  positiva" que ha venido experimentando durante los últimos años. 

En un auto al que ha tenido acceso Europa Press, la Sección  Primera de la Sala de lo Penal rechaza el recurso de apelación  presentado por la Fiscalía y confirma el permiso que el juez central  de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, concedió el pasado 25  de mayo tras contar con el aval de la Junta de Tratamiento de la  cárcel de Nanclares de la Oca (Alava), en la que se agrupan los  reclusos que han roto con la banda y se han alejado de la violencia.  

La resolución judicial, que ha sido suscrita por los magistrados  Javier Gómez Bermúdez (presidente), Manuela Fernández de Prado y  Ramón Sáez (ponente), señala que Bores cumple todos los requisitos  recogidos en el Reglamento Penitenciario para obtener este tipo de  permisos, ya que ha cumplido la cuarta parte de la pena, se encuentra  en situación de segundo grado y cuenta con un informe técnico  "favorable".  El tribunal recuerda que Bores, que empezó a cumplir en marzo de  1998 una pena de 30 años de prisión, rompió con "la disciplina del  colectivo de presos de la organización terrorista ETA, del que fue  expulsado", y manifestó por escrito su "rechazo a la violencia, el  reconocimiento del daño causado y la voluntad de repararlo  económicamente de modo fraccionario". 

El preso, según recoge la resolución, tiene "un destino remunerado  que, según los informes, desempeña con eficacia, interés y  dedicación". Además, "mantiene una actitud colaboradora con los  profesionales", "cuenta con apoyo familiar" y llegó a comunicar su  "agradecimiento por la oportunidad de trabajar que se le había  concedido". 

RIESGO DE FUGA, SEGUN EL FISCAL

El fiscal Carlos Bautista recurrió el auto del juez de Vigilancia  Penitenciaria argumentando que el permiso no puede ser considerado  "un derecho subjetivo incondicionado" y que en este caso existe  riesgo de fuga y de reiteración delictiva, ya que Bores siempre ha  estado "recluido en centros de régimen cerrado" y nunca ha disfrutado  de otros permisos.  El tribunal, sin embargo, sostiene que la posibilidad de que el  preso se escape o vuelva a delinquir resulta "devaluado" por "la  actitud del condenado" y por su "favorable evolución penitenciaria".  "Esencialmente porque ha roto con el colectivo de presos de la  organización terrorista y porque ha reconocido el sufrimiento de las  víctimas y ha manifestado su disposición a repararlo", afirman los  magistrados. 
En relación con la ausencia de anteriores permisos o su  permanencia en centros de régimen cerrado, destacan que "lo relevante  en este momento es que progresó a segundo grado, tiene destino  remunerado y expresa agradecimiento ante la confianza que se le ha  otorgado", lo que evidencia "una evolución positiva desde la  perspectiva del tratamiento". "Luego el valor predictor de los  elementos tenidos en cuenta para pronosticar el peligro de  quebrantamiento es muy bajo, lo que debilita esa conclusión", añaden. 

El permiso autorizado a Bores cuenta con el aval de la Junta de  Tratamiento de Nanclares de la Oca, que aconsejó la medida, entre  otros factores, por contar con un "comportamiento responsable",  "motivación favorable al cambio", "voluntad manifiesta de abono de la  responsabilidad civil impuesta", "apoyo familiar" y "hábitos  laborales".  

DOS ASESINATOS

Bores llegó al penal alavés en abril de este año después de pasar  unos meses en la cárcel de Zuera (Zaragoza), donde ingresó el 9 de  julio de 2009, procedente de Murcia. Detenido el 19 de marzo de 1998,  fue condenado por el atentado contra la base militar de Araca (Alava)  en mayo de 1997 y por constituir en 1996 el 'comando Araba'.
En el año 2000 la Audiencia Nacional le impuso 28 años de cárcel  como cómplice del asesinato el 28 de abril de 1994 del cabo primero  de la Guardia Civil José Benigno Villalobos Blanco en Vizcaya. Un año  antes fue condenado a otros 14 años por su implicación en el  asesinato del policía nacional José Santana Ramos perpetrado el 21 de  agosto de 1994 en Berango (Vizcaya).

La Audiencia Nacional también autorizó en septiembre pasado un  permiso similar a la histórica Carmen Guisasola, condenada a más de  150 años cárcel por varios delitos terroristas, entre ellos cuatro  asesinatos que cometió entre 1983 y 1990. En mayo de 2010 firmó,  junto a otros siete históricos de la organización, una carta en la  que planteaba la necesidad de reparar a las víctimas. 

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