Economía

La malagueña Frunet demanda a Alemania por culparla del brote

Las autoridades germanas señalan a la soja como responsable de la epidemia de E.coli.

el 10 jun 2011 / 11:15 h.

Frunet, a la que acusó Alemania, ha demandado los hechos.

La cooperativa agraria Frunet, empresa afincada en Algarrobo (Málaga) a la que el Gobierno alemán vinculó al brote de E.coli, ha presentado una demanda contra las autoridades sanitarias de la ciudad-estado alemana de Hamburgo en la que solicita poder acceder a toda la información sobre los análisis efectuados a sus pepinos, que dieron lugar a la acusación germana sobre la empresa.

El gerente de Frunet, Antonio Lavao, confirmó a Europa Press la interposición de esta demanda y justificó su presentación en que la empresa "quiere disponer de todo el dossier sobre el asunto para acumular todas las pruebas posibles, y de momento no se nos ha permitido el acceso a dicha información".

A este respecto, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, apoyó que el Gobierno español no presente una "demanda de Estado" contra Alemania por la crisis del pepino y defendió que las actuaciones judiciales deben realizarse a título individual por cada uno de los afectados, a quienes la Junta respaldará.

Además, la Consejería de Agricultura solicitará a la Comisión Europea que indemnice todos los productos hortofrutícolas andaluces afectados.

En este contexto, Alemania volvió a señalar ayer a los brotes de soja, aunque esta vez de manera más contundente, como los causantes de la muerte de una veintena de personas por la bacteria E.coli, un suceso que comenzó con las autoridades de Hamburgo señalando de manera directa al pepino español aunque, finalmente, parece que el brote procede de su propio territorio, la Baja Sajonia.

Así, el jefe del Instituto Robert Koch, Reinhard Burger, dijo ayer que los últimos análisis realizados apuntan a que los brotes de soja podrían ser la fuente más probable del brote de E.coli en Alemania. "Son los brotes de soja", confirmó Burger, después de observar que las personas que han consumido estos brotes "eran nueve veces más propensas a padecer diarrea con sangre que aquéllos que no lo hicieron".

Aunque reconocen que en ninguna de las más de mil muestras analizadas de las semillas de este producto se ha encontrado rastro de la bacteria, las autoridades alemanas apuntan que los estudios epidemiológicos ofrecen la evidencia científica suficiente para llegar a esa determinación.

Tras estos resultados se procedió al cierre de una granja del norte de Baja Sajonia, de donde se estaban tomando las muestras para su posterior análisis. No se trata, sin embargo, de pruebas originales recogidas en la propia plantación tras su clausura el domingo pasado, sino de un paquete de brotes vegetales encontrado en el cubo de basura de una familia afectada por la enfermedad. El paquete estaba abierto.La familia vivía cerca de Bonn y dos de sus miembros padecieron la infección por E.coli.

"Es una gran satisfacción informar de este descubrimiento, ya que nos permite poder aislar la causa y el origen de la infección", añadió.

Este anuncio contentó a Bruselas que, tras reñir a Alemania por apuntar a distintos focos como posibles causantes del brote, dio credibilidad a este anuncio porque permite ver "la luz al final del túnel" de la crisis, aunque advirtió de que esta sospecha está "por confirmar" y puede que no se consiga nunca probar el origen con pruebas bacteriológicas.

Bruselas valoró especialmente que las autoridades alemanas hayan decidido también retirar la recomendación de no consumir hortalizas como pepinos, tomates y lechugas porque "demuestra que los productos de la UE son sanos, como ya dijo la Comisión Europea", declaró el portavoz comunitario en materia de Salud y Protección al Consumidor, Frédéric Vincent.

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