El pasado viernes, el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, anunció que el Ministerio de Fomento aportará 12,5 millones para el primer tramo de la SE-35 y que las obras empezarían a principios del próximo año. Sin embargo, los plazos que marcan los correspondientes trámites rompen esa optimista previsión y seguramente los trabajos no podrán arrancar, en el mejor de los casos, antes de mediados de 2013. Por tanto, el anuncio del alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), de que ese tramo de la nueva circunvalación y la segunda tienda de Ikea en Sevilla estarán abiertas "en octubre" o "finales" de 2014 es poco realista.
A los retrasos en la tramitación urbanística del suelo de San Nicolás Oeste, cuyo planeamiento pende aún del deslinde y la desafectación de una vía pecuaria, de ocho informes sectoriales de Junta y Estado, de la redefinición de las carreteras del entorno y, entre otros aspectos, de un plan de tráfico para la zona, se suma ahora el complejo camino administrativo hasta llegar al inicio de las obras de la SE-35, carretera de la que depende el desarrollo de esta zona junto al aeropuerto. De hecho, ya los promotores del proyecto advirtieron que los plazos anunciados por el alcalde eran "muy ajustados".
Tras publicarse el pasado sábado en el Boletín Oficial de la Provincia -como anunció Vílchez- el concurso para la redacción del proyecto de este tramo de la SE-35 entre la avenida Emilio Lemos y la A-8008 (Sevilla-Brenes), las empresas interesadas tendrán quince días para presentar sus ofertas, después Urbanismo tendrá que valorarlas, adjudicar la redacción del proyecto y abrir un plazo de alegaciones (dos o tres semanas). A partir de entonces se formalizará el contrato, otros quince días según el pliego de condiciones del concurso, y empezarán a contarse los seis meses de plazo para la ejecución del trabajo: la redacción del proyecto que, básicamente, es la adaptación del que ya existía del anterior mandato.
Es decir, que al menos hasta dentro de siete meses y medio la Gerencia de Urbanismo no tendrá en su mano el proyecto de ese primer tramo de la SE-35. Entonces podrá licitar la obra. Un concurso que requerirá un calendario similar: anuncio, plazo de presentación ofertas, adjudicación, periodo de alegaciones, formalización del contrato, presentación, entre otros, del plan de seguridad e inicio de las obras. Como mínimo otros tres meses en el mejor de los casos (lo normal es que este proceso dure entre 4 y 5 meses como mínimo, según fuentes del sector consultadas). Lo que ya nos situaría en junio de 2013, siempre y cuando no surjan fallos o incidencias como una impugnación.
Con todo, las prisas de Urbanismo son más que evidentes y, por ejemplo, en vez del tradicional mes para presentar las ofertas, la Gerencia dio quince días. La administración también suele tardar alrededor de un mes en adjudicar un proyecto, pero las fuentes consultadas aseguran que se ha dado algún caso en el que la urgencia recortó ese tiempo a sólo una semana. Sin embargo, es imposible recortar el periodo de alegaciones o el tiempo que pasa desde la firma del contrato y el inicio de la obra, apuntaron.
Tampoco es posible que, en este caso, se solape la redacción del proyecto con la licitación de las obras porque las actualizaciones en el proyecto antiguo son "importantes". Esto sólo podría ocurrir si el proyecto fuera "intranscendente", indicaron.
Ante el escaso margen para presentar las ofertas, quince días, fuentes del sector de la construcción aseguraron que es "muy corto" pero que el proyecto es tan conocido para las grandes empresas por su antigüedad que las últimas adaptaciones se pueden realizar "en unos días".
Urbanismo ya admitió que tenía los proyectos de la SE-35 del anterior Gobierno local, pero explicó que requería cambios: en el trazado sobre el parque del Tamarguillo, la adaptación a normativas recientes "y la nueva delimitación de ámbitos que obligan a la realización de diversos ajustes técnicos y económicos en los estudios y proyectos disponibles para integrarlos en uno nuevo". Además, la Gerencia cometió un fallo en junio que obligó a volver a empezar de cero en la licitación de la redacción del proyecto.
Un proyecto con un año y medio perdido y una fecha tope: 2015
La multinacional sueca Ikea está esperando desde diciembre de 2010 para cerrar su proyecto en Sevilla, pero aún no ha podido hacerlo. La empresa firmó entonces un acuerdo con los propietarios de los suelos de San Nicolás Oeste que señala como fecha tope para la materialización del proyecto 2014. No obstante, fuentes consultadas aseguraron que verbalmente la empresa sueca accedió a prolongar este plazo hasta 2015. Con todo, la larga tramitación urbanística está complicando mucho que se puedan cumplir esos plazos. El anterior Gobierno local de PSOE e IU ya firmó un protocolo con los dueños del suelo para agilizar el proyecto, lo mismo que hizo Juan Ignacio Zoido el pasado febrero, algo más de un año después del primero.
En dicho documento, el Ayuntamiento se comprometió a contratar las obras de la SE-35 este mismo año, pero lo cierto es que aún no tiene el proyecto definitivo, por lo que la licitación de los trabajos será a principios de 2013.
Mientras, la multinacional sueca resalta que el proyecto, pese a los anuncios de Juan Ignacio Zoido, no está garantizada. Y no lo estará hasta que el planeamiento urbanístico esté aprobado totalmente y hasta que la SE-35 esté en marcha. Así lo manifiesta Ikea, que recuerda que los promotores del suelo y el Ayuntamiento son los que tienen que tienen que solventar todos los obstáculos.
Trece meses después de que el alcalde prometiera desbloquear "en semanas" el proyecto de San Nicolás Oeste, éste sigue inmerso en una compleja tramitación: el plan parcial se aprobó de forma provisional a mediados de julio y de su visto bueno definitivo dependen el plan de reparcelación y el estudio de detalle. Después vendrá la pertinente licencia de obra.
