El presidente del PP, Mariano Rajoy, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, y el portavoz en el Senado, Pío García Escudero, arroparon ayer al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que está implicado en la supuesta trama de corrupción liderada por Francisco Correa.
Junto a la dirección nacional del PP, numerosos dirigentes populares se acercaron al Casino de Madrid para escuchar la conferencia que Camps ofreció en el Foro ABC, entre ellos, el presidente fundador, Manuel Fraga; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; y el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa.
El pasado viernes, el juez Baltasar Garzón remitió una parte de la causa sobre la operación Gürtel al Tribunal Superior de Justicia de Valencia al encontrar indicios de responsabilidad penal en el presidente de la Generalitat -por supuestos pagos en trajes- y en Ricardo Costa.
Ayer, Camps aseguró que es él quien se paga sus trajes, expresó su tranquilidad absoluta y la de sus compañeros por las cosas que hacen todos los días, y calificó de "injusto" intentar sembrar dudas sobre su Administración. Confió en que conforme vayan pasando los días se vaya conociendo el motivo de las acusaciones que figuran en el auto de Garzón y aseguró desconocer si se trata de una "cacería" contra él o contra el Partido Popular.
Mientras tanto, la Mesa de las Cortes valencianas, donde tiene mayoría el PP, rechazó ayer las solicitudes presentadas por Compromís y el grupo parlamentario socialista en la Cámara para que, respectivamente, comparezca el presidente de la Generalitat y el Parlamento celebre un pleno monográfico en el que el jefe del Consell puede dar explicaciones. El portavoz adjunto popular, Rafael Maluenda, aseguró que la decisión se ha adoptado porque no quieren "interferir" en la Justicia y por "respeto" a este poder del Estado.
