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La plantilla de Casal rompe un acuerdo y continuará con la huelga

La huelga de autobuses sigue más radicalizada que nunca, al rechazar la plantilla de Casal la suspensión de la huelga que acordaron ayer sus representantes con la empresa. 13.500 usuarios habituales del servicio ven como su calvario -esperas medias de 45 minutos- se prolonga.

el 15 sep 2009 / 05:30 h.

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La huelga de autobuses sigue más radicalizada que nunca, al rechazar la plantilla de Casal la suspensión de la huelga que acordaron ayer sus representantes con la empresa. 13.500 usuarios habituales del servicio ven como su calvario -esperas medias de 45 minutos- se prolonga.

Y es que una reunión mantenida ayer por la mañana en la Delegación Provincial de Empleo dio por suspendida la huelga durante unas horas... hasta que la convocante Agrupación Sindical de Conductores (ASC) la llevó a la asamblea a las seis de la tarde. Allí, explicó su secretario general, Francisco Javier Marque, la plantilla "por unanimidad" tumbó el acuerdo.

Así, la empresa y ASC habían acordado -con la mediación del delegado provincial de Empleo, Antonio Rivas- la suspensión sine díe del paro técnico que atormenta desde el día 15 a los usuarios de 15 líneas metropolitanas y cuatro de Tussam gestionadas por Casal. Para ello comenzarían a negociar desde el día 2 de junio, como explicaron todas las partes.

El director de Casal, Luis Martín, y Rivas, explicaron que se abría una línea de negociaciones "libre" y partiendo "de cero", aunque la base de las conversaciones estaría en el recién aprobado convenio provincial del transporte.

Pero precisamente esto, explicó ayer Marque, es lo que irritó a la plantilla: "Los trabajadores vieron inviable tratar el convenio provincial, que no les gusta". Incluso recriminaron al comité de huelga que hubieran llegado a suspender la huelga y hablaron de "tomadura de pelo de la empresa".

Rechazaron así que ASC planteara una salida al conflicto sin haber arrancado acuerdos sobre la seguridad de los autobuses o los horarios de trabajo, agregó el sindicalista, que, pese al varapalo de la asamblea, seguirá al frente de la huelga y de hipotéticas futuras negociaciones, aunque de momento, las conversaciones previstas para el próximo lunes -para elaborar un calendario a tres bandas con ASC, Casal y Empleo- se caen de la agenda por la falta de paz social.

Si la reacción de la plantilla ha sido de enroque en principios inamovibles, la de la empresa fue de ceñirse al acuerdo "firmado en la Delegación Provincial de Empleo". El director de Casal, Luis Martín, advirtió que no hay ya servicios mínimos y que los autobuses deben circular con normalidad. "Y si no, que carguen con las consecuencias".

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