En el centro, la subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero, junto al alcalde de Coria del Río, Modesto González.
Las pérdidas que tiene el Ayuntamiento de Coria del Río por el robo del cableado público y por la quema de contenedores son millonarias. Ascienden a 196.000 euros. 126.000 por la quema de 70 contenedores en 2013 cada uno vale 1.800 euros y 70.000 euros por el robo de 40.000 metros de cableado del alumbrado público desde el pasado mes de septiembre. Esta situación, además del quebranto económico que ello supone para las arcas municipales, también acarrea enormes problemas para los vecinos, que en ocasiones se han quedado sin luz en sus calles o sin contenedores donde depositar la basura hasta que se han podido reponer.
Para analizar este problema, ayer se celebró en la localidad la junta local de seguridad, donde la subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero, y el alcalde del municipio, Modesto González (PA), acordaron extremar la vigilancia en las chatarrerías, donde en ocasiones se han intervenido cables de cobre robados, y reforzar la presencia de agentes de la Policía Nacional por las calles del municipio para evitar que se sigan produciendo estos robos y actos vandálicos.
El regidor admitió que se ha detectado que la quema de contenedores ha descendido algo, pero insistió en que sigue siendo un problema porque su reposición es muy costosa y por ello se ha acordado incrementar la vigilancia y realizar campañas informativas y de concienciación entre los vecinos, «para poder contar con su colaboración, tanto a la hora de respetar lo público, como de denunciar a los delincuentes que se dedican a robar cables y a quemar contenedores de basura, algo que luego tenemos que pagar entre todos, y gastarnos el dinero que podría utilizarse para la creación de empleo o para ayuda social».
Hay que recordar que el robo del cableado eléctrico también ha provocado en Coria del Río accidentes mortales. Este pasado domingo un joven de 32 años falleció electrocutado cuando intentaba robar cables tras adentrarse en la casetilla de un contador en la calle Brazo del Este de esta localidad ribereña. Comisaría de Dos hermanas. En la junta local de seguridad de Coria del Río, la subdelegada del Gobierno también se comprometió a que agentes de la comisaría de Dos Hermanas se encarguen de vigilar las urbanizaciones Tixe y La Hermandad, que se encuentran al otro lado del río Guadalquivir, en el margen del municipio nazareno, que, según el alcalde, están sufriendo numerosos robos. «Tras este acuerdo, agentes de la comisaría de Dos Hermanas empezarán a patrullar por estos núcleos de población», explicó González, quien aclaró que las denuncias por robos o asaltos a viviendas tendrán que seguir siendo interpuestas en la comisaría de la Policía Nacional de Coria del Río.
Estas dos urbanizaciones tienen unas 800 viviendas, muchas de segunda residencia, que hasta ahora cuando se producía algún tipo de incidente, y tenía que actuar la Policía Local de Coria del Río, ésta tardaba en llegar al lugar del suceso cerca de 30 minutos, porque tenían que cruzar el Guadalquivir, según explicó el regidor.
González confió en que con estas medidas de control y de incremento de agentes vigilando las calles desciendan los robos y los actos vandálicos en el municipio, un problema muy grave para el Ayuntamiento, puesto que le está suponiendo un excesivo gasto en reposición y arreglo de los daños producidos por la quema de contenedores y por los robo de cableado.
