Aún recuerda Juan Moriel el día de 1982 en que fue acompañado por otros dos vecinos hasta el Monasterio de San Jerónimo para que la dueña del inmueble, de los Beca Belmonte, se lo cediera al barrio. 27 años más tarde, el monasterio está en restauración y alberga la fase final de la obra del centro cívico. El sueño se hace realidad.
El monasterio de San Jerónimo es una joya alicaída de los siglos XV y XVI. Fue ocupado desde entonces y hasta la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX por los monjes jerónimos, una orden con una especial relación con las ciudades portuarias, como la Sevilla del descubrimiento de América y los siglos posteriores. Hace dos siglos llegó a las manos de la casa de los Beca Belmonte, que en 1983 cedió un patio a los vecinos del barrio que toma el nombre del monasterio; sólo un año más tarde el inmueble fue comprado por el Ayuntamiento de Sevilla por 25 millones de pesetas. En 1964 había sido declarado Monumento Nacional. Sin embargo, la historia pesa sobre los lomos del monasterio y hace varios años el Ayuntamiento inició las obras de construcción del centro cívico para el barrio, una actuación que concluirá en los próximos meses y servirá para poner 2.500 metros cuadrados a disposición de los vecinos y para rehabilitar parte del edificio, sobre todo las traseras, diversas estancias entorno al claustro y la cripta. Será el centro cívico número 19 que abra sus puertas en Sevilla.
La intervención en el monasterio supondrá una inversión de tres millones de euros: 2,2 forman parte del proyecto inicial y los 800.000 restantes constituyen una ampliación presupuestaria que está pendiente de ser aprobada por el consistorio. "Una vez se libere esa cantidad, la obra estará terminada en unos tres meses", apunta el arquitecto responsable, Fernando Sánchez Navarrete. Una vez concluida, quedaría por restaurar, al menos, el claustro y las galerías altas del monasterio, actuaciones que están tasadas en unos cinco millones de euros. "Pero estos son dos proyectos independientes de éste, que tiene como eje central la rehabilitación del inmueble para ubicar en él el centro cívico", asegura Sánchez Navarrete.
Los vecinos avalan la actuación del consistorio, sin embargo, tienen sus reservas respecto al dado de hormigón que se ha construido en las traseras del monasterio. "Es muy elevado y tapa las vistas de la torre", opina Antonio Muñoz, presidente de la comunidad de propietarios de Papachina, quien añade que "visualmente no casa el estilo de este cubo con el del conjunto del edificio".
respeto por la historia. La concejal de Participación Ciudadana, Josefa Medrano (IU), defiende la actuación y argumenta, en alusión a las críticas vertidas por el PP a este respecto, que "se ha respetado en todo momento el patrimonio histórico. La parte añadida ha quedado integrada en el monasterio pero haciéndolo destacar y el dado es preciso para cumplir con la normativa: un ascensor permitirá a todo el mundo el acceso a cualquier parte del centro".
Sánchez Navarrete asegura que "los nuevos muros construidos que ahora se ven y que parecen tapar más la torre son como los que originalmente conformaban el monasterio, así que respetan su estructura original".
El centro cívico de San Jerónimo estará en un enclave de seis siglos de historia viva de Sevilla. "El 31 de mayo de 1989 el pleno del Ayuntamiento aprobó su construcción; sería el sexto centro de la ciudad", recuerda Moriel. "Ha habido que esperar pero ha merecido la pena: estamos deseando que abra ya", asegura Muñoz. En poco tiempo éste será el corazón de San Jerónimo, aquí se debatirán aquí los presupuestos participativos, habrá conciertos en el claustro... Y como regalo por tanta espera está la cripta que ha recuperado la obra y en la que se ubicará un centro de interpretación del barrio.
