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La rentabilidad de los hoteles sevillanos cae a la mitad en los últimos seis años

Un informe de la Asociación de Hoteles de Sevilla concluye que la facturación media de un establecimiento tipo ha sufrido una caída del 33%

el 31 jul 2014 / 10:00 h.

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REABRE SUS PUERTAS EL HOTEL ALFONSO XIII TRAS SU RESTAURACIÓN La rentabilidad de los establecimientos hoteleros sevillanos ha disminuido en un 50% durante los últimos seis años, coincidiendo con el escenario de crisis. Un estudio interno elaborado por la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia entre 30 establecimientos de la capital concluye que entre 2008 y 2013 la facturación media de un hotel tipo ha caído un 33,4%, a lo que hay que añadir un incremento notable de los costes operacionales, salariales y de intermediación en este mismo período, así como una evolución al alza de los impuestos municipales. El estudio de rentabilidad del sector hotelero en Sevilla, al que ha tenido acceso este periódico, revela que en los últimos seis años la ocupación media de los hoteles sevillanos ha descendido 5,7 puntos porcentuales. Así, si en 2008 la ocupación media en la ciudad fue del 65,28%, en 2013 los hoteles sevillanos llenaron sus plazas al 59,58%, de modo que la caída media en este período es de un 8,72%. El peor dato de esta serie temporal se registró en 2009, con un 59,07% de ocupación. Pero frente a esta caída «moderada» de la ocupación, la cuenta de resultados de las empresas hoteleras dibuja una gráfica mucho más preocupante.  En los años que van desde 2008 a 2013 un hotel tipo en Sevilla (un cuatro estrellas con 140 habitaciones) habría dejado de facturar más de 1,2 millones de euros.  En concreto, si la facturación media de un hotel en 2008 (que comprende todos los servicios prestados) fue de 3,7 millones de euros, el ejercicio de 2013 se cerró para el sector hotelero sevillano con un dato de facturación de 2,5 millones por establecimiento.  Esta significativa caída de ingresos representa la pérdida de un 33,48% de la producción en el período estudiado. El Trev Par, indicador que mide los ingresos totales por habitación disponible (incluidos todos los servicios adicionales y complementarios que ofrece un hotel), incide en este descalabro de la cuenta de resultados. El precio medio de venta de las habitaciones disponibles ha pasado de 54,7 euros en 2008 a 42 euros en 2013. Junto a esta caída en su facturación, los hoteles han tenido que hacer frente en estos seis años a una subida importante de los costes empresariales, muy acusada en algunos sectores claves como el energético (electricidad), donde sólo las medidas de ahorro implantadas por el sector han conseguido atenuar el incremento estimado del coste de la energia en este período, que ha sido del 62,9%. Aún así, explica Manuel Otero, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, la subida real ha sido del 35%. Otros suministros de productos y servicios como el gas, el teléfono y las comunicaciones también han experimentado una subida en sus costes del 11%. Y, al contrario que ha ocurrido en otros sectores de la economía global, los costes salariales de las empresas hoteleras también han crecido en este periodo un 5,23%, como también lo han hecho  los costes de intermediación debido al crecimiento de la comercialización on-line. A ello hay que sumar, según este estudio, que el IBIha subido un 20% entre 2008 y 2013  y que otras tasas como las de basura y la carga y descarga se han incrementado en torno al 8%. Es muy llamativo el incremento de la oferta hotelera en este escenario de crisis. Más de 2.800 plazas nuevas se han creado en establecimientos hoteleros, lo que significa un incremento del 16,8%. El objetivo de este estudio, explica Manuel Otero, es aportar una visión más amplia y complementaria sobre la realidad de un sector que, si bien en este 2014 parece iniciar un «cambio de ciclo», ha sufrido el impacto de la crisis de manera muy significativa. «Lo que ha hecho posible que el sector siga funcionando  es el aumento de visitantes y los reajustes internos a los que se han sometido las empresas», concluye.

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