La preocupación, la inquietud, la perplejidad y hasta el "cabreo", según las palabras de muchos de los consultados, son estos días sensaciones comunes en los diputados de a pie del grupo del PP, que siguen con esa mezcla de emociones la situación del partido en Valencia.
Los efectos del caso Gürtel en el PP valenciano llegaron a una de sus cotas más altas y entre los pocos parlamentarios que acudieron al Congreso la inquietud era palpable a poco que los periodistas sacasen a relucir el asunto. La bancada popular en el hemiciclo ha aparecido durante estos dos días muy despoblada, y sólo cuando el martes tocó votar el panorama mejoró. Aún así, las ausencias se han dejado notar. De los altos dirigentes con escaño en el Congreso únicamente se ha dejado ver la portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría.
El martes, el responsable de Comunicación, Esteban González Pons, estuvo en la Ejecutiva de Valencia, al igual que Federico Trillo, en tanto que la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, permaneció en la sede del partido. El presidente, Mariano Rajoy, tampoco ocupó su escaño. Así que no había dirigentes en el Congreso con los que tratar la situación del PP.
Tuvo que desempeñar esa función el diputado Alfonso Alonso, quien al ofrecer una breve comparecencia de prensa debió aportar algunas opiniones sobre los criterios contrapuestos de la dirección nacional y de la valenciana alrededor del Gürtel. Fue el único que a micrófono abierto puso voz a la tensión con la que muchos diputados superaron las dos últimas jornadas.
