Cofradías

La tarde tras la muerte de Jesús

Después de una Madrugá desbordada de sentimientos, el Viernes Santo resultó en Sevilla una jornada casi de introspección, con cofradías austeras.

el 02 abr 2010 / 16:23 h.

Un disfrute que comenzó con la Carretería, pero cuyo tono lo marcaron cofradías como la Mortaja, que recordó que el Viernes Santo Jesús acaba de exhalar el postrer suspiro y no se ha producido aún la Resurrección.

Pero si hubo expectación fue por la salida del Cachorro, libre desde el año pasado de la maldición de la lluvia. La del viernes ha sido una jornada de contrastes con el Nazareno de La O frente a Jesús de las Tres Caídas (San Isidoro) con su artístico cirineo; la Soledad de San Buenaventura y su desconsuelo tras la muerte de Jesús frente al misterio de los dos ladrones de Montserrat, previo al óbito del Hijo del Hombre. Las siete cofradías que se han puesto el Viernes Santo en la calle tienen un denominador común: la bulla en una tarde en la que la temperatura acompañó.

La canastilla del misterio de las Tres Necesidades recuperó su esplendor tras la restauración por los Hermanos Caballero. Es una tarde de constrastes entre el gozo de Triana y el tañer decadente del muñidor de la Mortaja.

La tarde del Viernes Santo fue pura melancolía. La ciudad de Sevilla es el escenario perfecto para que Cristo expire sobre las tres de la tarde, cuando las puertasde los templos de las Esperanzas cierran la noche más hermosa y las calles vuelven a llenarsede ríos de nazarenos quecorren hasta desembocar en Triana, recordando que es el día en que murió el Señor.

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