Economía

La tierra vuelve a encarecerse en Sevilla pese a la crisis económica

La tierra sigue siendo un valor refugio. Frente al desplome bursátil y el pinchazo inmobiliario, el precio de las fincas agroganaderas siguió subiendo el año pasado en Sevilla, aunque se abarató en el conjunto de la comunidad andaluza. Lo mejor de la provincia, el pastizal, y lo peor, los naranjos.

el 16 sep 2009 / 05:37 h.

La tierra sigue siendo un valor refugio. Frente al desplome bursátil y el pinchazo inmobiliario, el precio de las fincas agroganaderas siguió subiendo el año pasado en Sevilla, aunque se abarató en el conjunto de la comunidad andaluza. Lo mejor de la provincia, el pastizal, y lo peor, los naranjos.

Por vez primera en once años, la tierra, considerada un valor refugio frente a los vaivenes de la bolsa y la inestabilidad del mercado inmobiliario, se ha abaratado en Andalucía, aunque en la provincia de Sevilla sigue encareciéndose. Así, 2008 se cerró con un precio medio de 22.241 euros por hectárea en el conjunto de la comunidad, el 0,9% menos que en el ejercicio anterior, mientras que para el campo sevillano fue de 19.040 euros, con una subida del 1,3%.

Son datos facilitados por la Consejería de Agricultura y Pesca y remitidos al Ministerio del ramo, que aún no ha hecho públicas las cotizaciones de los suelos agroganaderos del año pasado. No obstante, si se tiene en cuenta el elevado peso andaluz sobre la estadística nacional, el promedio estatal probablemente arrojará una tasa también negativa.

El abaratamiento de la tierra en Andalucía obedece al desplome que afloró en Huelva (-10%), Almería (-9,5%) y Málaga (-5,5%), frente a la revalorización en el resto de las provincias: 1,8% en Cádiz, 1,4% en Córdoba, 0,7% en Granada, 0,8% en Jaén y el mencionado 1,3% en Sevilla.

Para el campo sevillano, los técnicos del departamento de la consejera Clara Aguilera destacan los fuertes contrastes de cotizaciones registrados en función de los cultivos. Así, la hectárea de naranjo sufrió un revés del 16,8%, hasta los 44.622 euros (es la más cara de la provincia), mientras que para los pastizales afloró un aumento del 11,5%, y se colocaron en los 8.987 euros.

También descensos para el frutal de hueso en regadío (por ejemplo, melocotones y nectarinas), un -6,5% (38.803 euros), el viñedo en secano, -4,2% (27.966 euros) y, por último, el arroz, -2,4% (con 26.681 euros).

Busquemos razones. La naranja sufre fuertes oscilaciones en los mercados, el año pasado el campo sevillano vivió una huelga que afectó especialmente al melocotón y la nectarina (se han arrancado plantaciones por los elevados costes de producción) y en el arrozal de las marismas del Guadalquivir sólo se pudo sembrar la mitad de la superficie debido a la escasez de agua para riego.

En el lado contrario, el impulso del pastizal obedece a las compras de dehesas para alimentar al ganado tras el tirón del valor de los piensos. El olivar también escaló, tanto el destinado a la producción de aceite como el de aceituna de mesa.

Si analizamos el conjunto del agro regional, espectaculares caídas para el pastizal en Almería (del 41,9%), el olivar de secano (-30%) y el viñedo de secano (-25%) en Huelva y el limón de regadío en Málaga (-9,6%). En cambio, las alzas de mayor envergadura correspondieron a las frutas tropicales (14,6%) y los pastizales (14,1%) en la provincia granadina.

Para determinar si la tierra es o no un valor refugio, se suele comparar su precio con la evolución de la bolsa y la vivienda.

El índice selectivo del parqué español, el Íbex 35, se desplomó en el conjunto de 2009 un 39,43% y la vivienda libre en Andalucía se abarató un 1,02%. Un dato más: la inflación nacional se situó al acabar el año en el 1,4%. Por tanto, los terrenos agroganaderos siguen mostrando mejor comportamiento en Andalucía que el ladrillo y la bolsa, sobre todo en la provincia de Sevilla.

No obstante, la crisis económica ha hecho que disminuya la compra de fincas para recreo (parcelas, terrenos de caza, cortijos, etcétera), que también habían empujado al alza las cotizaciones de la tierra durante las épocas de bonanza.

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