La tragedia pudo ser advertida a tiempo a la población, lo que permitió el jueves la evacuación de 3,2 millones de personas en 15 distritos de Bangladesh en previsión de los destrozos del Sidr.
Eso sí, la Cruz Roja admitió que sólo 620.000 pudieron alojarse en refugios especiales, los demás salieron de sus casas hacia tierras más altas por sus propios medios. Eso salvó miles de vidas ya que, según una primera estimación, el ciclón destruyó entre un 50 y un 80% de las viviendas de bambú, uno de los principales materiales de construcción.