Marcha atrás. Tras las reiteradas amenazas de la Unión Europea (UE) de que se iba a sancionar a Rusia por el conflicto con Georgia, ayer se anunció que no se adoptará ninguna medida de coacción en la cumbre extraordinaria que se celebrará el lunes.
"No ha llegado la hora de las sanciones", hizo saber ayer la Presidencia de Francia y de turno de la UE, agregaron fuentes del Elíseo. Los líderes de los Veintisiete, que asistirán el lunes en Bruselas a la reunión extraordinaria convocada por el presidente francés y de turno de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, insistirán en que el acuerdo de alto el fuego, de seis puntos, debe cumplirse en su totalidad. Mientras ese acuerdo no esté plenamente respetado, las relaciones entre la UE y Rusia seguirán "bajo observación", advirtieron las fuentes.
Sarkozy, que medió el acuerdo el pasado 12 de agosto, insistió hace dos días en que las tropas rusas deben retirarse sin demora a sus posiciones anteriores al estallido de las hostilidades en Osetia del Sur, y en la urgencia del despliegue del mecanismo internacional que debe reemplazar a las patrullas rusas en torno a esa región.
El jueves, el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, indicó que "algunos países (europeos) propondrán sanciones pero otros las rechazarán", y recalcó que Francia no las propondrá. A su juicio, lo más importante para la UE es mostrar su "unidad" ante Rusia.
Aunque la UE no adoptará sanciones ahora, no se excluye que lo haga en el futuro, pero no antes de la cumbre UE-Rusia prevista para el 14 de noviembre próximo en Niza (sureste de Francia), según las fuentes.
Por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, también rechazó la posibilidad de dictar sanciones contra Rusia como medio de presión contra las autoridades de Moscú. "Que me expliquen qué es una sanción para Rusia", dijo Steinmeier en unas declaraciones que publicó ayer el rotativo Frankfurter Allgemeinen Zeitung, en las que advierte contra una suspensión del diálogo con Moscú por parte de Occidente.
El jefe de la diplomacia alemana subrayó que "en esta complicada situación política hay que mantener un resto de sentido común. Rusia continuará siendo nuestro vecino y es necesario, en nuestro propio interés".
