La Universidad Pablo de Olavide (UPO) podría ahorrar "perfectamente del orden de un millón de euros" si, en una situación "exhaustiva y extrema", tuviera que aplicar el cien por cien de las medidas contenidas en el Plan de Austeridad y Optimización de Recursos que el pasado mes de junio aprobó el Consejo de Gobierno de la UPO para "velar por el buen destino de los recursos públicos".
Así lo explicó durante una entrevista a Europa Press el rector de la Olavide, Juan Jiménez, quien deseó, asimismo, que la situación económica de la universidad no llegue a ser tan "asfixiante" como para "tener que llegar a este extremo".
"Este plan no se tiene que aplicar de manera inmediata ni de manera unilateral. Iremos implantando las medidas conforme las necesitemos y las vayamos acordando con el personal al que le afectan", apuntó.
Sobre todo, señaló, porque hay algunas --las que se "optimizan a más largo plazo" y cuyos resultados no son tan inmediatos ni tan visibles-- que "implican a muchas personas y hace falta un consenso antes de llevarlas a cabo".
Precisamente, antes de que este verano el Consejo de Gobierno de la UPO aprobara la concentración del disfrute del periodo vacacional de los miembros de la comunidad universitaria en el mes de agosto para que se concentrara así la actividad en un reducido número de edificios en agosto y se cerraran los restantes --lo que supondrá un ahorro de 100.000 euros--, fueron necesarias unas reuniones que se prolongaron durante "más de seis meses".
"Son medidas que para su implantación requieren, como es natural, de la convicción de la comunidad universitaria y de los representantes de los trabajadores afectados", insistió.
Además, según aclaró, la "mayoría" de las iniciativas previstas en el Plan de Austeridad "no son tanto de ahorro como de optimización de los recursos existentes ya que, en muchas ocasiones, ahorrar no significa quitar servicios, sino optimizarlos y, en ese sentido, nuestro plan recoge un listado de medidas de las que la Universidad podrá ir echando mano para generar los mismos servicios, pero con menos costes".
Como ejemplo, el rector señaló el ahorro que está suponiendo la administración electrónica. "El mero hecho de que estemos implantando muchos sistemas de administración electrónica posibilita que el personal que antes se dedicaba a hacer estos papeles y a llevarlos de un sitio a otro, ahora pueda dedicarse a sacar más rentabilidad a otros trabajos, optimizando además el servicio".
Sobre la temporalidad de este Plan de Austeridad, Jiménez dejó claro que "son medidas que se han empezado a aplicar este verano pero que no tienen fecha de caducidad". "Se pueden aplicar hasta el infinito mientras uno tenga asfixia económica, pero es cierto que este plan ha sido elaborado de urgencia por la situación económica actual".
Esta "urgencia" es la que ha llevado a la Pablo de Olavide a adoptar, en primer lugar, una serie de medidas "menos drásticas" como son la reducción de los costes en telefonía, que permitirá una reducción de 45.000 euros en 2010; en los gastos de protocolo, que para 2011 serán un 30 por ciento menos que este año; en la elaboración de la memoria de la Universidad en formato electrónico, que implicará un ahorro directo de 8.000 euros, o la implantación, a partir del próximo mes de octubre de una plataforma de comunicaciones internas.
Con todas estas medidas ya aprobadas, el equipo de gobierno de la UPO estima que van a ahorrar en lo que queda del ejercicio de 2010 unos 250.000 euros, es decir, una cuarta parte de todo lo que podría ahorrar la Universidad en un curso completo, según los cálculos del rector que, nuevamente, deseó no tener que llegar a "aplicar todas las medidas". "No sería una buena noticia", añadió Jiménez.
CAPTACION DE FONDOS
Pero la Universidad Pablo de Olavide no sólo ahorra, sino que también se dedica a captar fondos a través de sus proyectos de investigación, entre otras actividades. Es ahí donde la UPO "alcanza cifras apabullantes", según el rector.
No obstante, se trata de números "sorprendentes" siempre y cuando, reconoció Jiménez, se interpreten en términos relativos a la capacidad y tamaño de la Pablo de Olavide. "Obviamente, una universidad más grande genera más fondos, pero si estas cantidades las relativizamos en función al tamaño de cada institución, la UPO obtiene una posición que enorgullece totalmente a nuestra comunidad investigadora".
De hecho, en el último ranking de 2009 en investigación de las universidades públicas españolas --publicado en la revista 'Psicothema'-- la UPO se situaba como la tercera de España en la clasificación global de productividad en investigación, con 83,51 puntos, estando sólo precedida por las universidades Pompeu Fabra y Autónoma de Barcelona, con 100 y 83,52 puntos respectivamente.
Así pues, considerando todos los indicadores de esta clasificación de manera ponderada, la Olavide es una de las tres mejores del país en los ranking referidos a los tramos de investigación, la participación en proyectos de I+D, las tesis doctorales, o los doctorados con mención de calidad.
Datos "sorprendentes" como éstos, apuntó Jiménez, son los que "nos animan a seguir adelante y seguir apostando por la investigación y la innovación en la UPO".
