La Virgen de Valme ya vive en el Vaticano

La hermandad de Valme vivió ayer un acto histórico con la bendición de la réplica de la Virgen Protectora de Dos Hermanas. El Santo Padre, Benedicto XVI, bendijo la imagen y aceptó cortésmente los regalos que le llegaron de los feligreses nazarenos.

el 10 mar 2010 / 21:50 h.

La réplica de la Virgen de Valme rodeada de peregrinos ante la basílica del Vaticano.

El Sumo Pontífice celebraba su audiencia, como cada miércoles, aunque estaba claro que no iba a ser un día rutinario. Unos 170 peregrinos iniciaron el martes un viaje de 1.670 kilómetros para ser testigos de uno de los momentos más importantes de la Protectora. A los nazarenos se unieron feligreses de la Obra de la Iglesia fundada por la devota Madre Trinidad, natural de Dos Hermanas, que no pudo asistir ya que es muy mayor. En total, la comitiva superó el medio millar de personas.

Por eso, Benedicto XVI instó a los viajeros a que esperaran al final y de ese modo despachar las rutinas de la audiencia general para luego poder estar con más tiempo y más a gusto con los nazarenos. Durante la bendición, muchos de los que han trabajado por organizar la peregrinación estaban visiblemente emocionados viendo cómo culminaba un trabajo de 10 meses para llegar a este momento.

El hermano mayor de Valme, Francisco Díaz parecía no creerse lo que había pasado: "Fui elegido y dos o tres semanas después salió el tema de la peregrinación. Es un orgullo y un honor enorme representar a la hermandad ante el Santo Padre".

La imagen que se ha bendecido, obra de José Antonio Navarro Arteaga, es una réplica de la que se venera en Dos Hermanas, aunque 20 centímetros más alta, y estará expuesta en el altar de la parroquia de Nostra Signora Di Valme en el barrio de Villa Bonnelli, en la capital de Italia.

Pero en el Vaticano se quedará otra réplica, que ha sido regalada por la hermandad y que el Sumo Pontífice aceptó con agrado, pues ya conocía la devoción mariana que representa. Su autor, Salvador Madroñal, no pudo ir a Roma pero se alegró "porque el Papa y la hermandad han quedado contentos con mi trabajo, y eso para un devoto de la Virgen de Valme como yo es un grandísimo honor".

Tras la bendición, los feligreses dieron una vuelta por el Vaticano, sin parar de cantar la Salve a la Virgen de Valme mientras cuatro delegados entraban con el Papa en la audiencia privada: el director de la Obra de la Iglesia en Roma; Alfredo Fernández, el párroco de la iglesia de Santa María Magdalena, Lorenzo Nieto, Francisco Díaz y el concejal de Fiestas Mayores del Ayuntamiento nazareno, José Román. Este último también le regaló al Papa una litografía de la plaza de la Constitución de Dos Hermanas.

Por la tarde, el cardenal emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, celebró una solemne misa de entronización de la nueva talla en la parroquia de Nuestra Señora de Valme, y el histórico día acabó con una cena de confraternidad de todos los peregrinos. Ningún devoto de la Virgen de Valme olvidará jamás el día en que la Protectora de Dos Hermanas llegó a la Ciudad Santa.

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