-¿Por qué celebrar la circunnavegación de la Tierra?
-Pues por la misma razón que celebramos la salida de las carabelas. Es un hecho de una trascendencia importantísima. El viaje de Juan Sebastián Elcano es casi más importante que el de Colón. Esta epopeya es, a mi juicio, el primer proyecto europeo de la historia porque en la expedición iban gentes de lo que hoy conocemos como comunidades autónomas (Andalucía, Cataluña, País Vasco e incluso dos personas de Madrid), y de países como Inglaterra, Francia, Grecia...
-¿Qué queda o qué hay que rescatar del espíritu que llevó a esos hombres a lograr semejante gesta?
-El viaje se realiza por una decisión del emperador Carlos V, cuyo espíritu es heredero de Carlomagno. Tenía un concepto de Europa muy avanzado para su tiempo. Pero también gracias a la preparación, al esfuerzo, al trabajo y al valor de los marineros. Y no fue un valor suicida. La aventura la emprendieron con confianza en su capacidad y en sus conocimientos. A base de cálculos, y sin GPS, son capaces de llegar a Sanlúcar. No puede ser casual que la celebración del 500 aniversario de este hecho coincida con una época de cambio como la que vivimos. Con dosis de riesgo calculado, se pueden hacer muchas cosas, y más en una situación de crisis como la que vivimos.
-¿Podría Sevilla afrontar ahora una aventura similar?
-Hace falta que los poderes públicos confíen en los ciudadanos. Nos hemos dormido mucho. En esta sociedad donde todo se quiere tener controlado, falta el espíritu de la aventura, el riesgo con control. Hay que invertir el dinero, como se hizo en el siglo XVI, para progresar. No podemos dejar a los que nos hereden lo mismo que tenemos.
-Alguien podría pensar que es una locura como la de Magallanes y Elcano que la Fundación invierta en estos momentos de crisis en reproducir las naves que dieron la vuelta al mundo...
-Yo creo que no sería socialmente aceptable que no nos embarcáramos en una aventura con la que queremos mirar hacia el futuro. Porque aunque reproduzcamos las naves tal y como eran en el siglo XVI, las vamos a equipar con las tecnologías más punteras. Contaminarán menos que los barcos de Juan Sebastián Elcano. Llevarán depuradoras para reciclar las aguas residuales, pilas de combustible, velas capaces de generar electricidad... Ésta es una operación de justicia, con la que damos a conocer España y la tecnología que aquí somos capaces de desarrollar. El proyecto tiene, por tanto, dos vertientes: una científica e innovadora y económica.
-¿Qué recorrido harán las naves una vez estén hechas?
-Cuando empezamos a pensar en este proyecto, hace ya tres años, nos planteamos o hacer una réplica idéntica de la vuelta al mundo o la que haremos finalmente, más lógica. Atracaremos en los mismos puertos en los que lo hicieron ellos en el XVI, pero también en puertos en los que hoy no se entendería que no atracásemos, como Nueva York. Es una vuelta al mundo ampliada.
-¿Cuánto durará el viaje?
-Saldremos el 4 de agosto de 2019 y regresaremos el 9 de septiembre de 2022.
-¿Qué otras actividades están pensadas para celebrar este hito histórico?
-Sólo un 5% de los sevillanos conocen quién es y qué hizo Juan Sebastián Elcano. Pocos saben que, cuando regresó, fue a la Capilla de la Virgen de la Antigua, en la Catedral, para dar gracias por la protección durante el viaje. Ya tenemos la autorización del Cabildo Catedral para colocar allí una lápida de bronce en homenaje y recuerdo.
-Lo que no se entiende es que haya dos proyectos para celebrar la circunnavegación de la Tierra, el de la Fundación y el del Ayuntamiento de Sevilla.
-Que yo sepa, nada más que está el nuestro. Preparar un viaje como éste es algo más que un proyectito. Siempre se está atacando la falta de iniciativa privada y cuando ésta da un paso, se le ataca.
-¿No sería posible unir ambos proyectos?
-La Fundación se creó hace tres años y en su origen está la promoción y divulgación de la vuelta al mundo. Este trabajo cuesta un dinero para generar I+D, empleo y promoción. Sinceramente, creo que estamos a otro nivel.
-¿Cómo se financiará este proyecto?
-Hay varios frentes abiertos y ninguno es andaluz ni sevillano.
-¿Se puede adelantar el presupuesto?
-No, aunque confiamos en que sea lo más barato posible. La Fundación no tiene ningún interés económico en esto. Queremos dejarnos de gaitas, porque éste es un proyecto histórico, científico, profesional y de ámbito europeo y nacional. Lo que tenemos claro es que el rendimiento a la marca España será el mayor de la historia, y que las naves serán un escaparate del poderío científico de España. Esto no es una improvisación. Se está trabajando mucho desde hace tiempo.
