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La Yeguada Militar jubila a varios ejemplares en su subasta del año

Los venden sobre todo porque no caben en la Yeguada Militar: son excedentes de plantilla. Un total de 22 caballos y nueve asnos del Ministerio de Defensa fueron subastados ayer en el Centro Militar de Cría Caballar de Écija, comunmente conocido como la Doma.

el 15 sep 2009 / 21:40 h.

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Los venden sobre todo porque no caben en la Yeguada Militar: son excedentes de plantilla. Un total de 22 caballos y nueve asnos del Ministerio de Defensa fueron subastados ayer en el Centro Militar de Cría Caballar de Écija, comunmente conocido como la Doma.

Con el calificativo de "excedente de plantilla" se quiere indicar que la Yeguada Militar no vende al animal porque éste se encuentre demasiado viejo, enfermo o inservible. La categoría de los subastados se certifica desde el Centro Militar de Cría Caballar asegurando que los animales que se venden "son, como mínimo, tan buenos y de tanta calidad como los que se quedan".

Y si alguno tiene algún defecto, se dice. En la documentación que se entrega a todos los que quieren participar en la puja no falta detalle: se da el nombre, la raza, el color, el sexo, la edad, el nombre de padres y abuelos del ejemplar, su precio de salida y el motivo de que salga a subasta. Precisamente la primera en salir a la venta fue una yegua anglo-árabe al 50%, de siete años, que se llama Zariana, y que se subastó "por cojera crónica", algo que no pareció importar al público porque fue vendida casi por el triple del precio de salida: 2.000 euros, y la puja empezó en 700.

"Lo de la cojera crónica importará para competir, pero sí quieres tu caballo para pasear o para reproducción, da lo mismo", sentencia Alberto Flores, una de las muchas personas que ayer acudieron a la Doma. Quizá el defecto de Zariana sea lo de menos cuando desde la mesa de la subasta se apuntó también que su padre, Okawango, es el caballo con más pruebas ganadas en hipódromos. Él no fue a comprar, sino a curiosear y a ver, sobre todo, a Nebrijano, uno de los animales que se subastaba. "Es el padre de mi caballo", resume por toda explicación este vecino. Y fue también una de las estrellas de la mañana: un pura raza español de 15 años que salió por 3.000 euros y acabó vendido en 5.500.

Los pura raza españoles, por norma general, son los más caros (el que menos, Fresqueda, tenía un precio de salida de 1.500 euros pero acabó vendido en 5.000).

¿En qué se fija un ganadero o un simple aficionado a los caballos para decidir si puja o no? "En la alzada, en el cuello, sobre todo, en los riñones del animal, para comprobar si ya ha sido ensillado, en la calidad del hueso...", enumera este hombre, que ganó con el equipo de Écija una de las ediciones del Correo Postal, la carrera por etapas entre la ciudad de las torres y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

El currículo de alguno de los ejemplares subastados se quedaba en su línea genealógica (son hijos de campeones), pero otros lo son de por sí. Como Leski, un pura raza español cinco veces campeón de España de enganches. Lo compraron ayer por 3.570 euros. La venta no acabó en la subasta y los compradores vendieron a su vez en el lugar.

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