Ingeniero agrónomo y economista, más conocido por ocupar el Ministerio de Agricultura (1978-81), Jaime Lamo de Espinosa acudió ayer al Club Cámara 500, organizado por la CES y la Cámara de Comercio en colaboración con Azvi, en calidad de presidente de la Asociación Nacional de Constructores Independientes (ANCI), para defender el papel que ha de jugar la obra civil como motor de reactivación de la economía.
Lamo de Espinosa consideró que la inversión en infraestructuras redunda en una mejora productiva de las empresas, convierte el país en más competitivo y, una cuestión que no es baladí, genera empleo. De hecho, precisó que por cada 10.000 millones de euros de inversión se crean 100.000 puestos de trabajo directos y otros 80.000 inducidos.
En este punto, señaló que España "ha apostado claramente" por la obra civil, para lo que puso como ejemplo el Plan 8000 de inversión local. Otra cosa es, reflexionó, "discutir sobre la conveniencia de esas inversiones. Con más tiempo de análisis se hubieran hecho menos aceras y más cosas interesantes pero, al menos, palió el paro", precisó. Y, en esa línea, enmarcó el nuevo plan anunciado por Fomento y valorado en 15.000 millones.
Aunque el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el ICO financiarán el 70%, lo cierto es que lanzó un llamamiento a las entidades financieras para que abran el grifo y permitan hacer real un modelo de colaboración público-privado.
Y es que, señaló, aunque el gasto social sea necesario, "también lo es el productivo [en inversiones]", controlando el gasto corriente, precisó.
No podía dejar de mencionar el punto que el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible dedica a uno de los puntos que más interesa a las empresas y que alude directamente a la morosidad de la Administración. Bueno es, dijo, acortar el periodo de cobro de 60 a 30 días y hasta 60 de contratistas a pymes y autónomos. Malo, que haya que esperar hasta 2013 para verlo.
Y es que ahora la media de pago está en 140 días si el que adeuda es el Estado, de 155 si es una comunidad y si hablamos de entes locales, la cifra es eleva a los 232 días. "No nos lamentemos luego de que las empresas suspenden pagos", advirtió.
Además, instó a "no demonizar" la construcción porque sigue habiendo una demanda de viviendas, no al ritmo de los últimos años, pero sí del orden de entre 250.000 y 300.000 anuales para los nuevos modelos de familia -no los núcleos tradicionales sino personas individuales o parejas- que están imperando. "Es un sector que seguimos necesitando", aseveró.
Tras dibujar el panorama económico, urgió al cambio de modelo, para lo que estableció puntos de partida. Y ahí puso el dedo sobre otra llaga: el debate energético. Consideró imprescindible contar con "abundante energía y barata", para lo que defendió contar con la nuclear y mirar lo que hace el resto de Europa. Así, abogó por duplicar la capacidad de las centrales ya instaladas (que generaría 20.000 millones en obra civil), sin renunciar a las renovables, cuyo problema centró en las subvenciones.
El impulso a la innovación para no tener mano de obra poco cualificada, la lucha por la unidad de mercado -"las comunidades la han roto"-, un nuevo sistema educativo, la reforma laboral sin despido más barato y el apoyo a las empresas completan su receta para encarar el futuro.
ANCI, creada hace 13 años, agrupa a 25 empresas -de ellas tres andaluzas, Azvi, Sando y Detea- que suman una facturación de 12.000 millones y emplean a 36.000 personas.
