La Delegación de Educación de Sevilla agotó en abril más de la mitad del presupuesto anual consignado para cubrir las bajas de profesores: 25 millones. Con más de 1.500 bajas médicas al mes desde enero. Al percibir el "gasto abusivo", Hacienda intervino las cuentas de Educación e impuso un tope de gasto al mes para frenar la sangría. Ese racionamiento dificulta el cubrir todas las bajas.
"El plan de intervención de Economía y Hacienda consiste en coger lo que nos queda del presupuesto anual para bajas de profesores, y establecer límites de gasto mensuales que no pueden sobrepasarse. El objetivo es evitar que agotemos en cuatro meses lo que tiene que durar todo el año, que es lo que nos estaba pasando", explican fuentes de la delegación. A un ritmo de 1.500 a 2.000 bajas al mes "no llegábamos a verano".
Hasta abril las bajas del profesorado de Sevilla llegaron a alcanzar el 8% de la plantilla, y el presupuesto total para sustituciones -que debía durar todo el año natural- casi se agotó. La Delegación Provincial de Educación contaba con 25 millones de euros para las bajas de 2009, y más de la mitad se había acabado en cuatro meses, según fuentes próximas al delegado Jaime Mougan. Otras fuentes del mismo departamento apuntan a que en abril ya no quedaba nada de esos 25 millones, y habrá que inyectar más dinero, como ha ocurrido otros años. El primer mes del curso, septiembre, es el momento en que más docentes se dan de baja.
El interventor de Economía y Hacienda que controla el presupuesto y las inversiones de la Delegación de Educación de Sevilla advirtió del "abusivo gasto" que se había dedicado sólo a cubrir las bajas médicas de los maestros hasta el mes de abril, "el más desproporcionado" del departamento, según distintas fuentes. Se puso en marcha un plan de intervención de urgencia, que tenía dos patas: por un lado recuperar en las aulas a cuantos profesores de baja fuera posible; y por otro restringir el gasto anual para sustituciones, dividir el presupuesto en partidas mensuales controladas y fijar un tope máximo de gasto al mes para evitar que el grifo de dinero estuviera permanentemente abierto.
Educación ordenó, primero oralmente y luego por escrito, intensificar la labor de vigilancia de los inspectores educativos. Estos debían enviar a todos los profesores de baja a las revisiones médicas de la Seguridad Social para que se comprobasen sus justificaciones por enfermedad; también se les dio potestad para ofrecer a los docentes con "enfermedad indefinida" la posibilidad de abandonar su plaza con las retribuciones correspondientes. El delegado instó a reforzar el control sobre los ausentes, e "insistió siempre en mantener los derechos laborales de los mismos", según distintas fuentes de la delegación. "Al ser llamados para presentarse en la inspección médica, muchos regresaron directamente a su puesto con el alta médica en la mano".
1.1000 ausencias. Hace una semana, cuando los inspectores ya llevaban casi un mes reforzando el marcaje a los maestros convalecientes, la cifra de ausencias seguía siendo elevada: 1.100 bajas, cuando la media ronda las 600. No es la única tarea, ni la principal del servicio de inspección, sin embargo esta "desagradable labor" les multiplicó el trabajo. En la escuela concertada, esa función inspección médica de los maestros corresponde a una empresa privada. La media de bajas del profesorado no funcionario es del 3%.
Educación asegura que el 75% de las bajas en Sevilla ya están cubiertas, la mayoría por los mismos profesores que abandonaron su puesto. La delegación reconoce que en abril se rompieron las costuras del presupuesto, y que hubo que atajarlo el problema de inmediato, toda vez que la actual coyuntura económica no permite, como en otros años, echar mano de todos los interinos que se necesitan. Aún así valoró que, porcentualmente, la cifra actual de bajas no es excesiva, teniendo en cuenta que en Sevilla trabajan a jornada completa 24.626 profesores.
El control del absentismo del profesorado siempre ha sido un problema difícil para la Junta. No sólo porque "se pierde mucho dinero", sino porque el sistema para enviar a un profesor sustituto requiere demasiados trámites burocráticos y plazos específicos que, en ocasiones, hacen que una baja no se cubra antes de dos semanas. El curso pasado, la delegación también tuvo que aumentar el gasto destinado a enmendar el absentismo docente: hasta los 35 millones de euros. La Consejería de Educación invirtió el año pasado 108 millones de euros para cubrir las bajas del profesorado en toda Andalucía. En el último mes y medio, asociaciones de padres de alumnos, colegios de Sevilla y sindicatos de profesores han protestado por la tardanza a la hora de cubrir las bajas de maestros.
