Economía

Las cajas que reciban ayudas tendrán que reestructurarse

Aunque no ha llegado al colapso ni parece que vaya a hacerlo, el sistema financiero español debe reestructurarse de forma profunda, sobre todo las entidades que reciban ayudas públicas. Esto fue lo que defendió el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, que además aseguró que "lo peor ya ha pasado".

el 16 sep 2009 / 04:31 h.

Aunque no ha llegado al colapso ni parece que vaya a hacerlo, el sistema financiero español debe reestructurarse de forma profunda, sobre todo las entidades que reciban ayudas públicas. Esto fue lo que defendió el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, que además aseguró que "lo peor ya ha pasado".

No es el primero que habla de la necesidad de reestructuración del sector financiero en los últimos días. Después de que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, hablara de la entrada de capital público en cajas con problemas, el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, advirtió de que ahora es necesaria la reestructuración profunda del sistema, sobre todo en el caso de las entidades que vayan a recibir ayudas del Estado.

Tras defender que lo peor de la crisis ha pasado y que el sistema financiero no se ha colapsado, Aríztegui confirmó que el organismo está revisando el sistema de provisiones de la banca y señaló que la decisión que se tome, en línea con la política del Banco de España, será "conservadora y prudente".

Un día después de que el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, defendiese que las entidades que reciban ayudas públicas se fusionen obligatoriamente, Aríztegui se mostró de acuerdo en que el apoyo del Estado debe ir acompañado del compromiso de acometer una fuerte reestructuración. Lo hizo durante la clausura en Santander el curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y el BBVA.

No obstante, y preguntado por los periodistas, Aríztegui rehusó hablar explícitamente de fusiones. "Si hay capital público debe ser sobre la base de que hay una reestructuración y una reorganización", señaló el subgobernador, quien recordó que así lo exige la Comisión Europea cuando el apoyo estatal se produce en un mercado que funciona y también lo ha reclamado el propio Congreso de los Diputados en la moción sobre la reforma del sistema financiero que se aprobó por unanimidad.

Aríztegui, que no quiso hablar del futuro Fondo de Regulación Ordenada Bancaria (FROB) ni de la posibilidad de que sea él el que lo presida, reconoció que el negocio de la banca en España se ha desacelerado "de forma evidente" y por eso hay que revisar su esquema, con una red de oficinas "probablemente excesiva".

En cuanto al sistema de provisiones, que según recordó ha servido para que el sector afrontara en buena posición esta crisis, explicó que el Banco de España estudia todos los elementos que entran en juego y reconoció que es "difícil de calcular" el valor real de los activos sobre los que luego exigir aportaciones. "En algunos casos nos hemos quedado cortos y en otros nos hemos pasado", admitió Aríztegui, quien señaló que se hará un ajuste cuyo resultado final será "conservador y prudente", en línea con la política del Banco de España.

El subgobernador dio una charla sobre la reforma europea de la supervisión financiera que ayer aprobaron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, sobre la que se mostró un "entusiasta" y aseguró que no supondrá que el Banco de España pierda poder, porque el futuro Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos tiene que preservar la estabilidad del sistema de la UE en su conjunto.

Advirtió de que los cambios que plantea la reforma "probablemente no serán suficientes para solucionar todos los retos futuros", y hay riesgos que, si se materializan, supondrían el fracaso de los avances logrados.

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