El Ayuntamiento ya tiene liberado el dinero para devolver la fianza que los vecinos adelantaron para reservar una plaza de los aparcamientos de Resipark y para que Tussam tuviera liquidez para abonar la nómina de diciembre y la extra de Navidad de sus trabajadores. Pero esas cuestiones pasaron prácticamente de puntillas ya que hacía cierta unanimidad. Por eso, el debate sobre la modificación presupuestaria de 7,7 millones que se aprobó ayer en el Pleno se convirtió más en un pulso entre el Gobierno y la oposición sobre cómo se encuentra actualmente la gestión económica de Tussam, inmersa en un Plan de Saneamiento. El primero habló de una eficiente gestión, mientras que el segundo insistió en la improvisación de unas cuentas que se salvan a costa de transferencias. La delegada de Hacienda y Administración Pública, Asunción Fley, defendió que no se trata de la primera vez que Tussam recibe transferencias excepcionales para salvar situaciones concretas. A su vez, aseguró que esa necesidad de liquidez por un montante de 4,3 millones se debe a que la empresa municipal de transportes ha querido hacerse cargo del pago a proveedores directamente antes de meternos en otros préstamos o en otro plan de ajuste. Así que explicaron que preferieron abonar 4,3 millones para mantener su actividad y pagar las nóminas. En esa defensa de la gestión, no se olvidó de recordar que, cuando llegaron en mayo de 2011, se toparon con Tussam en la ruina. Y, por ello, volvieron a sacar los números: la reducción de la deuda de 108 20 de ellos a proveedores a 68 millones y un tiempo de pago a las empresas que ha pasado de 180 días a no llegar al mes. Pero esa no es la realidad que manejan los socialistas. El portavoz municipal del PSOE, Juan Espadas, advirtió de que la necesidad de transferir 4,3 millones de euros para afrontar el pago urgente de las nóminas de Tussam prueba la situación económica real de esta sociedad municipal a pesar de los números que vende el Gobierno local del PP y lamentó que el asunto no haya sido elevado al consejo de administración de la empresa pública. Aunque sí que reconoció que con el actual director gerente de Tussam, Manuel Torreglosa, se ha rebajado la conflictividad social de la empresa, no ha sido así con la contabilidad. Si comprobamos las cuentas, vemos que Tussam cuesta más a los sevillanos, afirmó. En esa crítica, lamentó lo que considera una oportunidad perdida que ya plantearon hace unos meses los socialistas: que Tussam se hubiera hecho cargo directamente de la concesión de la jugosa en términos económicos nueva zona azul, en vez de la externalización del servicio. Como defensa a ese argumento y de la rentabilidad del servicio, sacó a relucir que algunas de las empresas que se han presentado a concurso en concreto, Dornier habían ofertado un canon anual de 2,6 millones para hacerse con el servicio de aparcamiento regulado en superficie, que finalmente ha caído en manos de Aussa. Espadas, igualmente, lamentaron de dónde sacaron el dinero para hacer frente a esos compromisos. Así, fueron especialmente incisivos en las bajas sufridas en materia de asuntos sociales y empleo, especialmente de ayuda a domicilio, aunque en eso el PP culpó la paralización de los proyectos a los impagos de la Junta.
