Hasta ahora, un empleador sevillano podía buscar asistentes o guardeses en el extranjero, haciendo la oferta al inmigrante en su país. Ya no. Esas dos profesiones, junto a la de socorrista, se han caído del catálogo de empleos de difícil cobertura, que abría la puerta al contrato en origen. La medida busca reducir el paro nacional creciente por culpa de la crisis.
Según avanzan fuentes del Ministerio de Trabajo e Inmigración y confirman los datos de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, las autoridades se han visto obligadas a cerrar el grifo a los inmigrantes hasta en aquellos oficios que hasta ahora siempre tenían vacantes, normalmente porque los propios españoles no tenían especial empeño en cubrirlas.
Así, hasta el tercer trimestre de 2008 eran cinco los oficios en los que se permitía acudir a cupos o contratos en los países de origen: deportista profesional, entrenador deportivo, bañista-socorrista, empleado de hogar y guardés de cortijos y fincas. Ahora, en el último trimestre del año, se caen de la lista las tres últimas profesiones y sólo se permite el contrato en el exterior para conseguir deportistas de élite y entrenadores. Nada más. Por tanto, sólo podrá contratarse como empleados de hogar a españoles o a inmigrantes que estén ya legalmente en Sevilla, con permiso de estancia y trabajo.
Es cierto que en Sevilla ya eran pocas las puertas que se dejaban abiertas a contratos en origen, toda vez que la tasa de paro es del 14,10%. Nada que ver con provincias con más de cien ofertas diferentes para los foráneos, como es el caso de Valencia (116) o Madrid (104). Sin embargo, la nueva medida supone una reducción del 60% de esa oferta, cuando la media en todo el país es del 32,14%, según datos ministeriales. Una rebaja similar a la de Sevilla se encuentra en Guadalajara, Palencia, Burgos o Jaén, que también rondan el 60% de tijeretazo. Otros territorios que no ofertarán más de dos o tres oficios para contratos en el exterior son Toledo, Guadalajara, Córdoba, Cáceres, Badajoz y La Rioja.
La filosofía que justifica la medida es siempre la misma: dar prioridad a los españoles para tratar de atajar la crisis económica, aunque sea con sueldos bajos y trabajos de escasa cualificación. Parches que aportan un sueldo, al fin y al cabo. Del catálogo hace tiempo que cayeron oficios que hace un año sí aparecían, como los de trabajador agrícola, diversas modalidades de peón o doncellas. La crisis fue avanzando y estos puestos fueron desapareciendo.
El frenazo a las aspiraciones de los inmigrantes se produce precisamente en un momento en el que Sevilla incrementa cada mes el número de extranjeros afiliados a la Seguridad Social, una tendencia contraria al descenso generalizado que se produce en la comunidad andaluza. Así, según datos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), en julio pasado eran 28.623 los afiliados no españoles en Sevilla capital y provincia, 2.000 más que el pasado febrero y 200 más que un mes antes, en junio.
En total suponen el 13,27% de todos los afiliados extranjeros en Andalucía, lo que convierte a Sevilla en la tercera provincia andaluza con más altas tras Málaga (70.936) y Almería (46.635). El incremento más "notable" respecto a julio de 2007 se ha dado precisamente en Sevilla, con una variación del 21,79%.
Estos datos al alza no reflejan una tendencia real de creación de trabajo, sino los últimos coletazos de los buenos tiempos de la construcción, el transporte, el almacenamiento y las comunicaciones. Es precisamente de julio a esta parte cuando se augura un desembarco masivo de nacionales en puestos de trabajo que hasta ahora denostaban.
