Las FARC entregaron ayer a otros cuatro rehenes, en una operación que contó, una vez más, con la mediación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El goteo de liberaciones parece acabarse aquí, ya que la guerrilla avanzó que no habrá más movimientos hasta desmilitalizar una zona del país, algo a lo que se niega el Gobierno colombiano.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron a los congresistas Gloria Polanco de Lozada, Orlando Beltrán Cuéllar, Luis Eladio Pérez y Jorge Eduardo Géchem Turbay a dirigentes venezolano y del Comité Internacional de la Cruz Roja en las selvas de Guaviare, al sur de Colombia. La misión, facilitada por Chávez, emprendió su camino a la localidad venezolana de Santo Domingo, a la que regresó menos de tres horas después con los liberados, que eran esperados por sus familiares.
De los cuatro rehenes, el que más despertaba interés es Géchem Turbay, ya que el político, secuestrado en 2002 sufrió al menos siete episodios cardíacos durante el cautiverio, además de problemas gástricos y musculares. "No conocemos los detalles, pero lo que parece importante es que ellos estaban en condiciones para viajar", dijo la delegada del CICR en Colombia, Bárbara Hintermann, tras recibir una llamada del personal enviado al Guaviare confirmando la liberación.
La operación fue similar a la del 10 de enero, cuando las FARC entregaron a la ex candidata a vicepresidente Clara Rojas y a la ex parlamentaria Consuelo González de Perdomo, cautivas desde 2002 y 2001.
Las FARC, en un comunicado, expresaron su agradecimiento a Chávez y reiteraron la exigencia al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de que se desmilitaricen los pueblos de Pradera y Florida para dialogar sobre el ya conocido canje humanitario. Y es que, según cifras oficiales, las FARC siguen teniendo en su poder a 700 personas, entre ellas al grupo de 40 civiles, policías y soldados que desean intercambiar por 500 rebeldes presos, pero sólo lo hará si hay desmilitarización.
Uribe siempre rechazó esa condición por considerar que vulneraría la seguridad de cien mil personas que habitan en la zona, estratégica para el paso de tropas, armas, drogas y víveres, ya que comunica el Pacífico con la zona andina del suroeste colombiano. Entre los 40 cautivos están la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt y los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves.
El alto comisionado para la Paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, que al inicio de la operación dialogó en el aeropuerto de San José del Guaviare con el ministro Rodríguez Chacín, agradeció el apoyo del Gobierno de Venezuela. Al conocer la declaración de las FARC, Restrepo declaró que "siempre se ha trabajado para buscar el acuerdo humanitario", a lo que añadió una afirmación más contundente. "La desmilitarización de los dos municipios no conduce a la paz".
Emoción. Los familiares de los ex congresistas liberados recibieron "emocionados" la noticia de que ya habían sido entregados a la misión humanitaria que fue a recogerlos a la selva de Colombia. Así lo indicó el embajador de Colombia en Venezuela, Fernando Marín, que precisó que no había noticia sobre las condiciones de salud de los ex legisladores, aunque señaló que están viajando.
Los familiares, entre ellos los tres hijos de Gloria Polanco y la esposa del senador Géchem, que llegó en la madrugada a Caracas, se desplazaron al aeropuerto de Maiquetía, a unos 30 kilómetros de la capital venezolana, para recibir a los rehenes liberados por la guerrilla colombiana.
