Director general de In-Cloud. J.M. Espino (Atese)
Ricardo Rodríguez (Sevilla, 1958) lidera In-Cloud, una novedosa apuesta que ofrece la organización de ferias virtuales para que las empresas se ahorren los elevados costes que suponen desplazarse a una feria empresarial tradicional. Así, a un precio reducido, pueden seguir fomentando el contacto con importadores que pueden estar interesados en sus productos.
La exportación se ha tornado en una salida para las empresas. ¿Qué les ofrece In-Cloud? Les aportamos valor añadido con una feria virtual a bajo coste. Agrupamos a empresas del mismo sector y promocionamos no una empresa, sino una feria. Para el importador de un país es mejor que se le agrupe la oferta. Y para la empresa, se reducen los costes de forma considerable.
¿Qué es lo que hace su firma? Hacemos un estudio de mercado y vemos las necesidades que podemos cubrir. Identificamos un canal de distribución en un país determinado y diseñamos una promoción internacional cuando hemos identificado los actores del mercado para poner en marcha una feria virtual. Para ello, necesitamos de instituciones especialistas en el tema. Tenemos de sectores tan dispares como la joyería o la agricultura ecológica. Necesitamos a la asociación de empresarios del sector para que nos asesore y nos ayude a clasificar dentro de la feria. Además, se encargan de la promoción.
¿Qué aporta una feria virtual frente a la convencional? Las ferias tradicionales están de capa caída, no tienen apenas repercusión y cada vez cuentan con menos visitantes. Nosotros queremos a medio plazo complementar este tipo de ferias, algo que se puede hacer a nivel internacional, ya que lo hacemos en español, inglés y francés. Ya tenemos contactos en Madrid para hacerlo. Se le da un valor añadido.
¿Es la primera empresa de este tipo en España? Es una empresa novedosa. La plataforma que utilizamos es italiana y hay una en Madrid, pero consideramos que la nuestra es mejor porque ellos solo venden la plataforma en sí, sin promoción ni contenido. De hecho, hay tres o cuatro plataformas en el mundo. En estos momentos, estamos terminando el estudio de mercado del sector del aceite de oliva y todos sus derivados para venderlo en Inglaterra como país destino. Hay miles de actores en este sector con los que contactaremos para desarrollar una feria virtual.
¿Cómo se rompe la barrera de algo tan novedoso en un sector tradicional como el del aceite? A través de las asociaciones o de instituciones como Extenda. Poner en marcha esta feria virtual sería muy interesante porque crearía una sinergia entre los productores y se podrían promocionar otros productos relacionados, como las aceitunas, los árboles o los cosméticos. El hacerlo en Inglaterra se debe a que es uno de nuestros principales clientes turísticos, por lo que conocen el producto pero ellos no lo tienen.
¿Cuándo y por qué surge In-Cloud? El plan de negocio comenzó hace dos años y entonces estudiamos cómo íbamos a venderlo y cuál era la visión de la empresa en el futuro. La misión es ayudar a exportar. Hemos visto que muchas veces surgían problemas cuando íbamos a misiones en el exterior, como que son caras y que a lo mejor las entrevistas que tienes concertadas no generan negocio. Esta es una forma económica de llevar tu producto a otros mercados y un buen modo de contactar con clientes. Hemos observado que lo que realmente quieren los importadores es conocer los procesos de fabricación, de envasado o las explotaciones de un productor más que otra cosa. Todo eso puede verse a través de la plataforma de nuestra feria virtual.
¿Entonces lo presentan como solución a las empresas que quieren exportar frente a la crisis económica? Necesitamos exportar. El consumo de España ha bajado a niveles que no podíamos imaginar. España tiene productos muy buenos y desconocidos en el exterior. Incluso hay subvenciones de fondos europeos para ayudar a las empresas que se gestionan a través de las asociaciones y que hacen que a las empresas les salga barato acudir a ferias como las que nosotros organizamos.
¿Qué sectores están más abiertos a esta iniciativa? De todo tipo. Del turismo, las TIC o la agricultura ecológica. La feria virtual de esta última la haremos en octubre a través de Ecovalia. Es una feria de productos ecológicos cuyo país destino es Francia. Incluso tenemos productores de allí que quieren exponer, aunque eso dependerá de Ecovalia.
¿Ha pensado buscar oportunidad al revés, es decir, buscando importadores que quieran vender en España? Lo tenemos planteado como segunda fase de nuestra empresa. Los productos en la nube, como el nuestro, tienen un margen de beneficio pequeño, pero también lo son sus costes, por lo que se pueden ofrecer a bajo precio aunque tengan alto valor añadido. Se adapta a cualquier tipo de presupuesto ante el recorte de subvenciones. Cualquier empresa puede participar en una feria virtual.
¿Cómo saca beneficio? El expositor paga una cantidad por estar en la feria virtual y hay ingresos por publicidad. El visitante no paga nada. Nuestra idea es hacer cinco o seis ferias al año. Cada una dura entre tres y cuatro días, como las presenciales. La diferencia es que el productor vende desde su oficina.
