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«Las grandes superficies son las que especulan, no los intermediarios»

El director general de la corporación empresarial de frutas y verduras Evaristo Ramos asegura que, frente a la crisis, no se queda llorando por los rincones, sino que, al tener una compañía muy diversificada, fomenta los negocios en los que todavía crece

el 28 ago 2010 / 18:52 h.

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Evaristo Ramos, en las instalaciones centrales de su empresa de frutas y verduras, ubicadas en Mercasevilla.

-La de Evaristo Ramos, una historia de amor a la fruta...
-Sí lo es. En 1927 mi abuela, que era ya mayorista de frutas con su padre, vino a hacer negocio a Sevilla de cara a la Expo del 29. Mi abuelo llegó de paso, estaba de vacaciones y su idea era abrir un almacén de plátanos en Londres. Se conocieron, él se quedó aquí e instaló aquí su almacén, pero abrió con mi abuela el negocio que después traspasaron a mi padre.

-¿Siempre vinculados a Mercasevilla?

-Yo soy de Mercasevilla desde que nací. La tercera generación de la familia, a la cual pertenezco, tomó las riendas de esta compañía en 1992.

-De Expo en Expo...

-Sí. Entonces la empresa apenas facturaba 87 millones de pesetas (522.880 euros al cambio de hoy) y ahora ronda los 60 millones de euros y 150 trabajadores.

-¿El punto de inflexión?

-A principios de los noventa, la gran distribución, que hasta entonces compraba en el mercado de destino [mayorista], comenzó a enfocarse hacia el mercado de origen [agrario]. Eso nos hizo reflexionar, ponernos en acción y diversificar la empresa para no depender de ningún tercero y mantener así nuestro negocio familiar. En la actualidad, tenemos la corporación de frutas más diversificada de toda Europa. Seguimos en el mercado tradicional mayorista, pero estamos especializados en otros canales, como carga multiproducto y tecnología de larga distancia.

-¿Cuáles son los negocios de la compañía?

-Son varias las empresas. Así, Sunn&Fresh suministra a barcos cruceros en el Mediterráneo occidental. Después tenemos un servicio para otros grandes barcos, como pesqueros, mercantes o petroleros, y plataformas petrolíferas. Un departamento está específicamente orientado hacia la marina de guerra, en concreto de la de EEUU para el Mediterráneo occidental, y barcos de la OTAN. También atendemos a bases militares americanas de tierra en el sur de Europa y el norte de África y un servicio para las misiones de África de la ONU. La filial Infrígore, por su parte, atiende a los canales de hostelería, restaurantes y catering a nivel nacional, con productos de primera y cuarta gama. Evaristo Ramos Maroc importa en Marruecos fruta que este país no cosecha y suministra a los palacios reales. Y estamos en el canal mayorista y vendemos a la gran distribución.

-¿Cómo se le ocurrió a un sevillano suministrar a plataformas petrolíferas o a buques de guerra?

-A principios de los noventa, en el puerto de Barcelona vi un crucero grandísimo. Se acercaron dos camiones para darle servicio, uno holandés y otro alemán, pero la mitad de los productos que se ponían en el barco eran españoles. Yo comiendo pipas, el alemán vendiendo fruta. Lo que él podía hacer, yo también. Ahora tenemos como clientes a las compañías de cruceros más selectas del mundo.

-La logística, impresionante.

-Sí. Se desarrolló poco a poco. Somos capaces de poner un kilo de fruta en cualquier puerto de España en menos de 8 horas y en menos de 24 en cualquiera de Europa. Nuestra competencia sigue siendo extranjera. Pero yo, que he salido mucho fuera en los últimos años, puedo asegurarle que los españoles son respetados en el exterior porque somos serios. Hay que exportar, salir, pero siempre hemos sido miedosos. Lo que nosotros hemos logrado no se hace quedándose en casa.

-¿Cómo surgió la oportunidad de negocio con la Marina de EEUU o las fuerzas de la OTAN?

-Pues poco a poco. Por ejemplo, el suministro a la ONU se inició hace once años. La ONU tenía proveedores, pero éstos subcontrataban nuestro trabajo. Desde hace seis años lo hacemos nosotros directamente como proveedores preferentes. En el caso de la Marina de EEUU, nos vino tras los atentados del 11-S. Varias compañías de cruceros quebraron y nos perjudicaron, de ahí que buscamos socio para Sunn&Fresh. Lo encontramos en el grupo EMS, la primera compañía de suministro a mercantes de Europa, y que ya abastecía a la Marina.

-Al cabo del año, ¿qué cantidad de frutas y hortalizas comercializáis? ¿Alguna especialidad?

-Más de 60 millones de kilos de cualquier fruta y verdura. La especialidad, la cronología logística y la adecuación al cliente. Suministramos a treinta países.

-Estresante...

-Esta organización y su gente son de alto rendimiento, es decir, tienen que sacar adelante muchas cosas en un momento concreto y medirse con aduanas, contrarrelojes de salidas de los barcos, fronteras... La carga de estrés es grandísima. Esto hace del frutero una profesión no apta para cardíacos.

-La agroindustra está entre los sectores que menos padecen la crisis. ¿Así lo ve un frutero?

-La gente come más en su casa y menos en la calle, y las peras pequeñitas en lugar de grandes. No niego que la crisis se nota, pero nosotros, al estar diversificados, fomentamos canales y colectivos con los que podemos seguir creciendo. Pero yo no voy a salir llorando. No me voy a quedar quieto lamentándome de qué mal está la cosa. En chino, la crisis significa oportunidad.

-La palabra intermediario en la alimentación es muy peyorativa. Se le acusa de subir precios y pagar poco al agricultor.

-¿Cómo pueden decir las compañías de distribución que los intermediarios tienen la culpa? Son ellas las que crearon participadas que actúan como intermediarias entre el agricultor y las grandes superficies. Son las que especulan con los precios, mientras que los intermediarios reequilibramos el mercado y le damos estabilidad, y gracias a ello no hay más especulación.

Perfil: Un manojo de nervios

"Pertenezco a una estirpe de gente no comprendida por la sociedad y con una carga negativa muy importante que no corresponde a la realidad. Los intermediarios como nosotros somos muy necesarios para la estabilidad del mercado en general". Evaristo Ramos Solís es miembro de la tercera generación de una empresa frutera netamente familiar. "Tenemos lo mejor de la empresa familiar, porque estamos los tres hermanos a una, pero también lo mejor de una corporación profesionalizada. Se define como "un empresario sevillano y sevillista". El escudo de su equipo, por todos lados, móvil, camisa, chaqueta. Dice trabajar los siete días a la semana. "¿Qué son las vacaciones? ¿Se escriben con be o con uve?" Casado y con dos hijos, Evaristo Ramos es un puro manojo de nervios.

 

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