La igualdad de género tampoco ha llegado todavía al sector de la economía social aunque las distancias se estrechan y las mujeres suponen el 46,7% de los socios de las cooperativas y los hombres el 53,3%.
Asimismo, el número de trabajadores de las aproximadamente 5.300 cooperativas y sociedades laborales que hay en Andalucía se elevaba a finales de 2007 a más de 60.000, de los que el 38,5 por ciento son mujeres y el 61,5 por ciento hombres.
Estos datos se han dado a conocer hoy durante las jornadas y la posterior asamblea que celebra hoy la federación de cooperativas de trabajo asociado de Andalucía (Faecta), en la que se elegirá al presidente para los próximos cuatro años, cargo que ostenta el presidente actual, Manuel Mariscal, y que optará a la reelección.
El sector de la economía social destaca por la estabilidad en el empleo y de hecho el 71% de los trabajadores son fijos.
El sesgo de género se refleja en los distintos sectores de actividad, de forma que las mujeres están más representadas en las cooperativas relacionadas con la educación, con los servicios sociales y sanitarios y con los servicios en general.
En este sentido, el presidente de Faecta ha apuntado que se está produciendo un trasvase de mujeres pertenecientes a cooperativas manufactureras, que han entrado en declive hace unos años, a otras que prestan servicios sociales en general.
Las mujeres también están entrando en las cooperativas desde el ámbito universitario como forma de abrirse camino laboral y lo hacen sobre en el sector de servicios de asesoramiento en comunicación, ambiental, tecnológico y de arquitectura, entre otros.
Según los datos de Faecta, la media de trabajadores por cooperativa es de cinco o seis y el noventa por ciento de estas empresas superan los cinco años desde su constitución.
También se ha referido Manuel Mariscal a la reforma de la ley de cooperativas, cuyo borrador está ultimado y en el que llevan trabajando más de un año con la Junta, y ha destacado que se incluyen mecanismos para agilizar la puesta en marcha de las cooperativas e incentivos para su creación, entre otros aspectos.
Ha demandado al Gobierno central que en la futura ley general de la economía social, que el PSOE incluía en su programa electoral, redacte un Estatuto del trabajo asociado en el que se recojan las diferencias de las sociedades anónimas laborales y las cooperativas con el resto de empresas de capital.
