Local

Las sanciones fracasan si el ciudadano no tiene voz

el 16 sep 2009 / 05:30 h.

TAGS:

Sevilla cuenta desde enero de este año con una ordenanza antivandalismo y aunque el informe del Centro de Estudios Andaluces no recoge datos de 2009, y el Ayuntamiento aún no ha elaborado un balance general de la aplicación de esta norma, los investigadores Mario Jordi y Francisco Aix afirman que la tendencia al alza de este tipo de ataques se mantiene.

"Las medidas coercitivas tienen su función, pero han fracasado al contrarrestar este fenómeno", asegura Mario Jordi. "Son medidas efectistas desde el punto de vista político pero habría que apostar más por medidas a largo plazo", apunta Francisco Aix, para quien el problema "no se soluciona ni con medidas coercitivas ni con cámaras de vigilancia porque eso tendría que estar secundado con una presencia policial imposible".

Frente a la "criminalización" de los "gamberros", Jordi y Aix señalan que tras muchos de estos ataques hay una "forma de comunicación", de expresión del "descontento social hacia la ciudad", una forma de respuesta "alternativa" al voto o la protesta vecinal organizada.

Francisco Aix rechaza "como señala el discurso hegemónico" la consideración de que es un fenómeno "irracional" pues tiene "unas lógicas de funcionamiento e indicativas que nos deben llevar a repensar la ciudad". "Indican un desafecto a los bienes atacados que implica a su vez un desafecto a la comunidad, porque son bienes compartidos. Supone que hay problemas y conflictos en la ciudad", afirma el sociólogo de la Hispalense.

Los autores del estudio El vandalismo como fenómeno emergente en las grandes ciudades abogan por "cambiar el modelo de ciudad para que sea más inclusiva, recuperar el espacio público y el diálogo entre los ciudadanos sobre el modelo de ciudad". En definitiva, "ya que el vandalismo es una forma de expresión, crear otras".

Francisco Aiz además subraya que el espacio urbano es "uno de los principales patrimonios de las ciudades andaluzas" por lo que instó a la creación de "entidades públicas para hacer de ellos espacios de reflexión y evitar su privatización".

Los investigadores del Centro de Estudios Andaluces recuerdan que, tras el paro y las dificultades del acceso a la vivienda, el deterioro de las ciudades por estos ataques constituye una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. Como tal llega a ser utilizada por los políticos como "arma arrojadiza", lo que -advierte Mario Jordi- hace que "tengan más publicidad".

  • 1