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¿Licencia para espiar?

En Utrera han detenido a un médico acusado de espiar a sus compañeras en los vestuarios con un boli con cámara oculta. Un artilugio que venden en internet desde 50 euros.

el 16 sep 2009 / 01:59 h.

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No hay que ser de la CIA: desde 50 euros puede usted comprar en internet un bolígrafo espía por el estilo del que le ha costado la detención a un médico de Utrera, acusado de usarlo para espiar a sus compañeras en los vestuarios. En la web Loquo Sevilla aparece, por ejemplo, la siguiente oferta: ENTREGA INMEDIATA SOLO QUEDAN 4 UNIDADES. COLOR PLATA. Fantástico bolígrafo espía con 2GB de capacidad totalmente discreto. En un principio parece un bolígrafo normal y corriente con el que sólo se puede escribir, pero no es así. Contiene en su parte superior una minicámara que se activa y desactiva con la simple pulsación de un botón. Graba tanto audio como video, y podrás cargar su batería en cualquier puerto USB. Podrás grabar hasta cansarte en su memoria de 2GB. El contenido del pedido incluye el bolígrafo espía de 2GB, un cargador de corriente con adaptador europeo y un cable USB. El precio por unidad es de 50. Todo se puede hacer en mano en Sevilla.

Esto no quiere decir que uno tenga que usarlo para espiar a sus colegas mientras se empolvan la nariz ni para nada ilegal, sino lo fácil que resulta obtenerlo. España ha dejado de ser el país de Mortadelo y Filemón y ya parece el de Jason Bourne. Hace poquísimo, los sevillanos sólo disponían de dos formas de conseguir artilugios de espionaje: la penúltima página de las revistas o recurrir a El inventor. En el primer caso, era una especie de venta por catálogo para tontos donde se publicitaba, entre otros chismes novedosísimos, un magnífico y muy baratito recurso para ver a través de las puertas y de las paredes. Era una mirilla (también vendían un filtro para ver la tele en color. Era un plástico con los colores del arco iris. En los noventa minutos que duraba un partido de fútbol no tenía uno narices de encontrar la pelota).

El inventor, la segunda opción, era un espigado anciano que se paseaba por los bares de la movida de Los Remedios perfectamente trajeado y con un maletín en el que llevaba los más osados adelantos técnicos, caso de unos espejitos pequeñitos y gastados sujetos con gomillas para colocárselos en los zapatos y verles las bragas a las muchachas. El súmmum de la tecnología al servicio de la discreción. Uno no habría sido capaz de ver unas bragas con semejantes espejitos ni aunque se las hubiese colgado de la nariz, pero al hombre se le acababan las existencias de pura compasión que despertaba.

Ahora, ¡qué distinto es todo! La Factoría Espía, uno de los establecimientos de productos para vigilancia y seguridad, distribuye para Sevilla y tiene un surtido desmayante. También puede uno informarse de lo último en www.revistaespia.com. Por ejemplo, cómo hacer copia de una llave con una lata de refresco. Detectores de micrófonos, cámaras espía, chuletas electrónicas, ganzúas, contraespionaje... Pero ojo, que aún no venden detectores de desalmados.

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