Cultura

Lo que la Dictadura militar se llevó

Javier Angulo busca a los exiliados argentinos de los 80 en su primer trabajo tras la cámara

el 13 nov 2009 / 21:45 h.

Javier Angulo presentó ayer el filme en Sevilla.

Javier Angulo presentó ayer en Sevilla la película documental con la que ha debutado como guionista y realizador, La pérdida, cuyo punto de partida es la dictadura militar de Argentina (1976-1983). Se trata de una una coproducción hispano-argentina codirigida junto a Enrique Gabriel que ve la luz después de "siete años de esfuerzos", según reconoce el realizador, y que plantea una sólida reflexión en torno al exilio de toda una generación de intelectuales y científicos argentinos víctimas de la dictadura y que se vieron obligados a irse de su país.

Pendiente aún de su estreno en las salas comerciales, el filme rastrea la huella de ocho personas "que lo perdieron todo" cuando los militares asaltaron el poder en Argentina el 24 de marzo de 1976, y que ahora triunfan en diversos países dentro de sus respectivas profesiones, "Su éxito posterior demuestra que Argentina también les perdió", asegura Angulo. De este modo, la película se estructura en torno a una serie concatenada de entrevistas realizadas a una docena de exiliados argentinos que trabajan con éxito en sus países de acogida. "¿Qué sería la Argentina de hoy de no haberse visto desprovista de aquella brillante generación?", es el gran interrogante que deja en el aire el documental.
Aunque no hay datos precisos, se calcula que entre dos millones y dos millones y medio de personas abandonaron Argentina en aquellos años, huyendo de la violencia, perseguidos por las dictaduras o desesperanzados por la falta de metas profesionales.

Muchos de ellos eran profesionales cualificados, artistas y gentes de la cultura, académicos, científicos y estudiantes universitarios a punto de concluir sus carreras que hoy, presumiblemente, ocuparían notables cargos políticos, sociales y económicos. Toda una generación que en los años ochenta y noventa hubiera ayudado poderosamente a dinamizar y a dar el giro y la renovación que necesitaba Argentina.

Esta reflexión que dio el punto de partida a la película tuvo su origen en la Navidad de 2001, cuando Argentina se vio abocada a la mayor crisis de su historia, sin presidente (huido en helicóptero desde la Casa Rosada), en bancarrota, con los ahorros de los argentinos congelados y las calles de Buenos Aires y las de las principales capitales tomadas por decenas de miles de ciudadanos que pedían a gritos justicia y soluciones.

"La parte más difícil fue la localización de un centenar de talentos y creadores alrededor del mundo, de los que luego hicimos una lista de 20 candidatos, de los que seleccionamos a 10". Un trabajo de no menos de 3 años para dar con un genetista, dos biólogos, una matemática, dos sociólogos, una actriz, un escritor, un cardiólogo y un experto en derechos humanos, que viven en Nueva York, Washington, Mexico D.F, Linz (Alemania), París, Madrid y Buenos Aires.

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