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"Lo que me da miedo es que no se puedan grabar ciertas cosas"

Ana García, la cámara detenida anoche mientras grababa la ocupación de un edificio en la Alameda que acabó en un enfrentamiento con la Policía, niega que se negara a identificarse ni participara en los altercados

el 25 nov 2012 / 17:53 h.

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Ana García está ronca. "Me he pasado toda la noche llorando y me cabreaba por llorar porque yo decía: si es que yo no tengo que estar aquí". A las 15.00 horas ha salido de los juzgados del Prado en libertad pero imputada de cinco cargos: desobediencia y resistencia a la autoridad, ocupación "cuando yo en ningún momento entré en el edificio", altercado y daños al vehículo policial en el que estuvo una hora sin saber si estaba solo retenida para identificarla o detenida. "Dicen que rompí un cristal y yo no rompí nada, daba golpes porque estaba nervioso porque nadie sabía que estaba ahí".

Es el relato de esta reportera freelance cuya jornada de trabajo, grabando para La Sexta la manifestación contra los desahucios organizada por varios colectivos sociales durante la cual se hizo pública una ocupación, acabó con sus huesos en el cabalozo de la Comisaría de Blas Infante, donde ha pasado toda la noche, hasta ser puesta a disposición judicial este mediodía. "Es la experiencia más fea de mi vida con diferencia", dice, y añade que aún no entiende el por qué de su aventura. "No le veo ninguna explicación lógica". 

Ana, que fue detenida junto a cuatro personas más que se encontraban concentradas en torno al edificio ocupado, explica que mientras grababa la llegada de la Policía al entorno de este inmueble, en la calle Lumbreras, un agente le dijo que "estaba prohibido grabar y que le diera las imágenes y yo le dije que por qué, que estaba en la calle". Le pidieron que se identificara y "le dí mi DNI". "Me aparté un poco y vino otro policía y me pidió la identificación, le dije que no la tenía porque ya me la habían pedido y me llevó al coche policial y me tiré una hora sin saber nada hasta que nos llevaron ya a todos a Blas Infante", relata. 

En la comisaría, los cinco detenidos fueron encerrados en calabozos separados hasta que esta mañana fueron trasladados sobre las 13.15 a los juzgados para prestar declaración. Sobre las 15.00 horas han salido en libertad con cargos. "A mí lo que me da miedo es que no se puedan grabar ciertas cosas, es una pena", declara la operadora de cámara, cuyo arresto ha desatado una campaña liderada por la Asociación de la Prensa de Sevilla y secundada por multitud de profesionales, sobre todo a través de las redes sociales, exigiendo su libertad y explicaciones sobre lo ocurrido.

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