Aritz López Garai es ese centrocampista del Celta que hace dos semanas dijo que las quejas del Betis por el arbitraje de Ponferrada le daban "risa". Sus palabras provocaron una reacción feroz e inmisericorde entre los aficionados verdiblancos, pero a cinco días de visitar el Villamarín no da la impresión de que el vasco esté muy preocupado. "Parece que unas declaraciones que hice hace unas semanas no sentaron bien y están provocando que se hable de mí más de lo que deberían. No me importa, sólo pienso en ir a jugar allí y ganar", dice el jugador celtiña, que no espera "ningún recibimiento hostil". No soy ninguna estrella para que un estadio me silbe, aunque allí en el sur a veces las cosas se magnifican un poco de más", espeta.
En cuanto al partido, Garai avisa de que el Celta vendrá "con la mentalidad de ganar". "Vamos a estar como motos. Vivimos una mala situación que es momentánea y mantenemos la cordura y la tranquilidad. Cuatro puntos de desventaja no son nada si volvemos a ser los que éramos", advierte. "No veo al Rayo infinitamente superior al Betis ni ninguno de los dos es infinitamente superior a nosotros", valora el pivote, que admite: "No somos el Celta de hace unos meses. Hemos perdido valores como el toque, la contundencia, la rapidez o la frescura".
