David Morillo, con una sonrisa de oreja a oreja, hace sonar el juego de llaves que tiene en sus manos y que pone fin a tres años en los que él y su pareja han tenido que vivir en diferente techo -el de sus respectivos padres- y con un pequeño de cuatro años en común. Su destino es la milla de oro: unos bloques de pisos que se levantaron donde antaño estaban las cocheras de Tussam, en pleno corazón de El Porvenir. Lo curioso del caso es que su particular tintineo vino acompañado de la ovación de sus futuros vecinos, a los que ya tienen como amigos.
"Un segundo, ahora le explico, voy a hacer antes una foto a Estefi", explica David, cámara en ristre, apuntando con su objetivo a una mujer que levanta una de las maletas con toda la documentación de su piso. Estefanía Giampaglia es otra de las 245 beneficiarias de esta promoción de VPO de Emvisesa, su primera casa tras permanecer 41 años viviendo con sus padres en Rochelambert. "No quería vivir de alquiler, que es tirar el dinero", explica.
David y Estefanía disfrutan de este vínculo de amistad porque, antes de ser oficialmente vecinos, han formado parte de una misma comunidad... en internet. A uno de ellos, Manuel Rodríguez, se le encendió la bombilla, se metió en su perfil de Facebook y creó un grupo de la promoción de El Porvenir ante "la escasa información recibida" y las dudas sobre si se iban a cumplir o no los plazos de construcción y de entrega. Poco a poco, se fueron agregando para, entre todos, ir solventando sus inquietudes y, de paso, conformar esa vecindad virtual que, desde ayer y a la espera de amueblar su hogar, es de carne y hueso. El grupillo formado fue el más bullanguero, ya que a cada vivienda entregada a alguno de sus amigos de Facebook le seguían los aplausos. El mayor, al artífice de la idea, que parecía que había construido ladrillo a ladrillo cada bloque.
"Hacía algunas informaciones que no eran del todo claras y con este foro se iban solventando", indicó Manuel Rodríguez, que mostró su alivio al ver que Emvisesa cumplió los plazos prometidos de entregar las viviendas antes de finalizar el año. De haberse retrasado, eso habría supuesto un encarecimiento de la vivienda por la subida del IVA. A ese detalle se agarró el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, al afirmar que se verán "beneficiados con un IVA más reducido" y al desear que "en estas viviendas, ahora frías, se escriban 245 nuevas historias".
Historias como las de José Manuel Gutiérrez y Laura Ruiz, que viven el sueño dorado en tiempos de crisis: estar los dos trabajando -él militar y ella recepcionista- y con una vivienda en la que dar un nuevo paso en su vida. Lo mismo que le ocurre a Fátima Sánchez, una profesora de Educación Infantil de 33 años, que pone fin a tres años de espera. Y es que hay que recordar que las adjudicaciones se concretaron en diciembre, pero de 2009. El tiempo suficiente como para, según trasladó, "ahorrar como una hormiguita" para hacer frente a la siempre temida hipoteca.
Y es que no todo fue color de rosa en esta entrega de VPO celebrada en Fibes -en la parte antigua-. Germán Calderón, otro de los beneficiarios, se encargó de, dentro de la alegría, poner el contrapunto. Sus quejas no iban dirigidas a Emvisesa, a la cual agradeció el esfuerzo realizado para cumplir la promesa de acabar los pisos en el último cuatrimestre, sino a la propia entidad bancaria que, a su juicio, "obvia requisitos legales, como la concesión de ayudas estatales directas, a la vez que exige cantidades elevadas que no concreta a qué se deben", y que son superiores cuando el adjudicatario presenta a un avalista. "No se entienden tantas trabas cuando somos propietarios de una VPO, es decir, personas con menos recursos", lamentó, a la vez que indicó que algunos no han firmado todavía estos contratos por este motivo.
Mientras tanto, Zoido proseguía con una entrega de llaves en la que no faltaron anécdotas tales como la ausencia del primero al que se llamó para recoger su documentación o que uno de los agraciados acudiera con su mujer y dos niñas. "La familia viene con el pack completo", dijo el alcalde. La promoción de El Porvenir, que se inició con el gobierno anterior, ha supuesto un coste de 25,2 millones que ha permitido la construcción de 245 viviendas protegidas en venta repartidas en siete edificios que cuentan con prestaciones añadidas como trasteros y garajes.
