En Sevilla se ha superado ya la ratio de una persona de más de 65 años por cada menor de 15. Esta proporción que se mide a través del índice de vejez se ha incrementado en siete puntos en la ciudad en los últimos dos años hasta situarse en un 107,8%. Se considera que a partir del 50%, una población está envejecida, un límite que se rebasó en Sevilla hace años, sin que hasta ahora haya parado de crecer. En distritos como Los Remedios, Triana, Nervión y Macarena los problemas de relevo generacional empiezan a ser graves y la situación es especialmente preocupante en algunos barrios como Encarnación, Arenal, Felipe II, el Tardón y Tablada, según figura en las conclusiones del estudio elaborado por la Delegación de Innovación La Sevilla de los once distritos municipales que revisa las características de la población en cada barrio de la capital.
La ciudad se puede dividir en dos bloques de distritos. Por un lado, aquellos en los que la tendencia se agrava cada año que pasa. Es el caso de Los Remedios, cuyo índice de vejez aumentó en 30 puntos en sólo dos años. Hay 1,6 ancianos por cada menor de quince años. La población mayor de 65 años representa el 21% del total, cifra que se eleva al 25% en Tablada. "No se aprecia una recuperación de la natalidad como en otros distritos", señala el informe, que aplica esta misma conclusión a zonas como Bellavista o San Pablo. Pese a esto, los índices más altos de vejez y dependencia -población en edad de trabajar en relación con la población jubilada o menor de edad- más altos están en Triana. El envejecimiento de este distrito queda especialmente patente en el caso de El Tardón, donde el 25% de la población tiene más de 65 años.
Sin embargo, hay un índice que invita al optimismo en Triana y en otros barrios muy envejecidos como Macarena. El número de niños de entre 0 y 4 años rebasa a la siguiente franja de edad -de 4 a 8-, lo que revela un aumento de la natalidad, producido principalmente por la estabilidad de la población inmigrante llegada a estos distritos.
El caso más llamativo de esta recuperación es el Casco Antiguo, que ha experimentado, según el citado estudio, un rejuvenecimiento provocado por factores como la rehabilitación de viviendas. Pese a ser uno de los más envejecidos, su situación no ha empeorado en los últimos dos años y se ha detectado un sensible aumento de la natalidad. Este impulso no ha alcanzado aún a todos los barrios, de forma que en la Encarnación y el Arenal hay dos personas mayores de 65 años por cada menor de 15.
Este, Bellavista, Macarena Norte y Sur quedan como los barrios más jóvenes de la ciudad, por la proliferación de nuevas viviendas. Mantienen la media de la ciudad. Aunque no en todos sus barrios: La Palmera- Reina Mercedes y Felipe II están entre las zonas con una edad más alta.
