El Ayuntamiento niega la mayor: los comerciantes chinos que se instalan en Sevilla "cumplen con la normativa" y respetan los horarios. Y da datos: sólo dos de cada diez bazares chinos son expedientados, aunque "en unos días" solventan los errores, asegura. Los comercios chinos suponen ya el 15% de las nuevas altas.
Un sector de los comerciantes había puesto el grito en el cielo: los bazares chinos, que proliferan con rapidez en la ciudad, eran en gran parte ilegales, incumplían los horarios comerciales, explotaban a sus trabajadores e incluso, en ocasiones, empleaban a menores de edad. Ésa era la denuncia. Sin embargo, la Delegación municipal de Medio Ambiente echa por tierra esa visión y confirma que estos multiprecios regentados por asiáticos pasan por "todos los filtros" a que se somete al resto de autónomos, nacionales o extranjeros, "incluyendo las ordenanzas con los horarios establecidos".
"Obviamente", afirman fuentes municipales, "hay excepciones, como en todas las actividades económicas", y existen casos en los que los comerciantes chinos "no atienden a la Administración", pero lo cierto es que son casos excepcionales. No es sólo una simple reflexión, sino que es una realidad que se constata con números: el 19% de los locales chinos son expedientados por el Ayuntamiento, pero en el momento en el que se les tramitan los "requerimientos oportunos", solventan los fallos "de inmediato, en apenas unos días". "Enseguida arreglan lo que falla y regularizan su actividad.
Normalmente se trata tan sólo de pequeños errores por desconocimiento de las normas o por la dificultad con el idioma. Su nivel de cumplimiento es más alto que el de la mayoría de españoles", apuntan desde el Ayuntamiento hispalense.
Más allá de las quejas, es innegable el peso que estos negocios foráneos están ganando en Sevilla. En el pasado 2007, el Ayuntamiento hispalense recibió 129 solicitudes de apertura para tiendas multiprecios o bazares asiáticos. En lo que va de año, ya se han registrado otras 49, lo que demuestra que hay un crecimiento sostenido de este tipo de tiendas, un fenómeno que se repite desde hace unos cinco años.
Según los datos de la Cámara de Comercio de Sevilla, que afirma que en 2007 se registraron 862 altas de empresas autónomas y sociedades, los comercios chinos suponen ya casi el 15% (14,9 exactamente) de las nuevas altas que dan en el comercio sevillano. La cifra, no obstante, es nueve puntos inferior a la que registran Madrid, Barcelona y zonas de elevada concentración de asiáticos, como Castellón o Valencia.
Desde enero hasta finales de junio, Medio Ambiente ha abierto 223 expedientes sancionadores por faltas de disciplina, "principalmente en actividades de restauración", de esas tiendas llamadas de desavío. Las zonas en las que se concentran más expedientes abiertos son los barrios de Triana y Santa Cruz, con 32; la Alameda de Hércules y el Polígono Norte, con 26; y Rochelambert, con 12. Los comerciantes de Aprocom, la Federación Provincial de Comerciantes de Sevilla, también añadían Sevilla Este a esta lista, pero no concuerda con los datos municipales, que no recogen grandes incidencias en dicha zona.
Por contra, donde menos problemas han surgido con estos negocios es en el Parque Alcosa y Bellavista, donde se han registrado dos expedientes; San Jerónimo, con uno; y Torreblanca, donde no se ha registrado ni un expediente sancionador.
Los comerciantes sevillanos afirman que los chinos se saltan la ley cuando abren los domingos, por ejemplo, pero lo cierto es que la norma afirma que cuando una tienda tiene menos de 300 metros cuadrados, cuenta con libertad total de horario.
Es lo que sucede casi en el 100% de los ultramarinos asiáticos que, normalmente, no superan esos espacios y, por tanto, tienen carta blanca para abrir. Otra cosa es que los comerciantes nacionales decidan no hacerlo para dar descanso a sus empleados y de ahí se derive una dura competencia. Pero es legal, apuntan las mismas fuentes.
