La investigación biomédica, la ciencia que está llamada a revolucionar la medicina del siglo XXI, empieza a consolidarse como una de las señas de identidad de Andalucía, que ya proyecta hacia el exterior una imagen reconocible de vanguardia científica. Así lo transmitieron el jueves en las VIII Jornadas Andaluzas Salud Investiga dos de los científicos más relevantes del panorama biomédico actual: el británico Shomi Bhattacharya y el norteamericano José Cibelli.
"Andalucía es un claro ejemplo de que se puede ofrecer un servicio médico muy importante para toda la población pero sin dejar a nadie fuera, como sucede en Estados Unidos, a la vez que desarrollar una investigación de primer nivel, como la que se hace en Estados Unidos", aseguró Cibelli, director científico del Programa Andaluz de Terapia Celular y Medicina Regenerativa y uno de los referentes mundiales en clonación humana por sus investigaciones en la Universidad de Michigan.
Según aseguró el presidente andaluz, Manuel Chaves, en la inauguración de estas jornadas, el esfuerzo inversor de la Junta en investigación biomédica hasta 2011 se va a multiplicar casi por tres hasta llegar a 181 millones de euros, frente a los 70 millones de inversión directa entre 2007 y 2011.
"El futuro de Andalucía pasa por la investigación", señaló Chaves, quien vaticinó a esta comunidad convertida "en una biorregión", al estilo de California o Singapur. "Andalucía -celebró el presidente de la Junta- crece a un 20% en este sector, el doble que la media nacional y ocupa el segundo puesto en cuanto a la existencia de compañías estrictamente tecnológicas".
Bhattacharya, director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) en sustitución del actual ministro de Sanidad Bernat Soria, recordó que la inversión en investigación no son meras cifras sino que se materializa en resultados clínicos. El científico británico confió que el centro que dirige "proporcionará terapias avanzadas en un breve plazo de tiempo, gracias a la colaboración con la amplia red de hospitales andaluces".
Cibelli tomó estas palabras para asegurar que el punto fuerte del modelo biomédico andaluz es unir estas investigaciones al sistema sanitario público. "Esto supone una forma de demostrar que se pueden hacer las dos cosas bien y es muy importante que en países donde la medicina funciona, como es el caso de España, se demuestre también que se está haciendo investigación", apostilló.
En los próximos tres años la apuesta andaluza por la biomedicina dará lugar a la apertura de dos institutos de investigación (uno en Sevilla y otro en Córdoba), la creación del Banco Público de ADN en Granada y una red de salas blancas para fabricar medicamentos sobre terapias celular en total aislamiento.
