El estudio, extensible a la mayoría de centros hospitalarios del país, revela que hay en los trabajadores un alto nivel de estrés laboral, independientemente de que su trabajo sea de tipo asistencial, supervisión, investigación o de cualquier otra índole.
Entre los principales resultados de esta investigación, que se presentó en unas jornadas de la fundación Progreso y Salud, destaca la edad media de aparición de estos casos de estrés laboral, también conocido como síndrome del profesional quemado, que se sitúa en los 34,6 años.
Los enfermeros reseñaron su gran cansancio emocional, un elevado estrés laboral, también la despersonalización de sus tareas y la baja realización personal. Dados estos resultados, los autores de este trabajo abogan por poner en marcha medidas correctoras que resuelvan este aumento del síndrome, del que recuerdan que "más que un estado, es un proceso progresivo de desgaste laboral y falta de logros". Para tal fin, proponen implicar, además de a los enfermeros, a las direcciones de enfermería de los centros hospitalarios, así como a los servicios de prevención de riesgos laborales.
