El paciente no sólo quiere un diagnóstico certero de un médico o la atención del enfermero, sino que éstos entiendan como nadie su dolor y el de su familia. Los alumnos del Significado de la muerte y acopañamiento del profesional sanitario recibieron nociones que sólo se aprenden con dosis de humanidad.
El profesor Juan de Dios Serrano es consciente de que no sólo hay que cuidar el estado físico del paciente, sino que también hay que ahondar en "su situación psíquica, espiritual y social", ya que para nadie es fácil afrontar una enfermedad y los enfermeros tienen el papel no sólo de cuidar, sino también acompañar al paciente en su sufrimiento.
"La técnica médica sobre el control físico del dolor avanzan mucho, pero ahora hay que humanizar la asistencia sanitaria", explica el también psicólogo clínico en el curso de la escuela universitaria Francisco Maldonado de Osuna.
Este rumbo que tomarán juntos el profesional sanitario y el paciente cobra una nueva dimensión cuando se tratan de personas con una enfermedad terminal. En este caso, el profesional sanitario debe entender, a juicio de este experto, que el enfermo se enfrenta a un debate en el que suele poner en juego sus creencias y sus ideales. "Ahí es donde debe entrar el profesional sanitario, que debe poner en práctica todas sus habilidades humanas para apoyar a esta persona", aclara Juan de Dios Serrano.
Ante esta perspectiva, considera un paso adelante la puesta en marcha definitiva de la Ley de Derechos y Garantías de la Dignidad de las Personas en el Proceso de la Muerte, que, entre otras cuestiones, garantiza al ciudadano tener a su servicio unos cuidados paliativos integrales, que podrán ser proporcionados, si la persona lo desea, en su casa. En este sentido, el experto confiesa que, más allá del conflicto moral que pueda generar este debate, "la mayor respuesta para la persona que pide morir son los cuidados paliativos".
En busca de unas líneas de actuación similares, el profesor de Psicología Social de la Universidad de Sevilla José María León Rubio impartió en el curso Habilidades sociales y técnica de comunicación para profesionales de la salud unas directrices en las que explicaba los estilos de comunicación interpersonal y las relaciones que pueden existir entre los usuarios y el personal sanitario, que es el principal agente para integrarlo en un entorno tan difícil como es un hospital.
