Dice la historia que los gitanos llegaron a Andalucía el 22 de noviembre de 1462. Es por esta razón que se ha elegido esta fecha para reconocer al colectivo y en la que la presidenta de Fakali-Amuradi , Beatriz Carrillo, ha querido felicitar no sólo al colectivo sino a "todos los andaluces porque en su sangre también corre sangre gitana".
Ha sido durante el acto de izado de la bandera gitana en el Ayuntamiento de Sevilla, un hecho que ocurre por primera vez, y que simboliza "la gran influencia de este colectivo en la ciudad", según sus palabras.
"Es un día especial, síntoma del orgullo de ser gitano", destacó la directora general de Servicios Sociales de la Junta, Ana Gómez, por su parte, que aseguró que a día de hoy no se sabe muy bien quien tiene más influencia en quien.
El concejal de Bienestar Social, Enrique Lobato, quiso hacer hincapié en el gesto simbólico del izado de bandera en un momento en el que este colectivo "se ve azotado y en peligro de nuevo".
Una persecución, en su opinión, que sería "difícil" que ocurriera en Andalucía, donde "todos tenemos mucho de gitano", por lo que "tendrían que perseguirnos a todos", agregó. Y es que se trata de un colectivo cifrado en un millón de personas, unos 300.000 en Andalucía, de los que un porcentaje muy importante se localizan en la provincia de Sevilla, según datos de Corredor.
Pero, al igual que para otras minorías, no corren buenos tiempos y la crisis no hace sino acentuar la discriminación y las barreras sociales.
Por este motivo, Corredor puso el énfasis en la importancia de superar una de las mayores lacras de los gitanos: la educación.
Apenas uno de cada 100 gitanos logra llegar a la universidad, redordó la presidenta de Amuradi para la que "sin formación ningún pueblo puede tener libertad y además supone para nosotros el pasaporte de futuro".
Por ello, mostró su esperanza en las nuevas generaciones de jóvenes que son "las que están produciendo ese cambio" de mayor integración en la sociedad.
