Cultura

«Los inventores de la banca fueron los oscuros templarios»

Documentar el pasado e inventar la intrahistoria, ése es el secreto de Jesús Maeso de la Torre (Úbeda, 1949), prolífico autor de novela histórica que acaba de lanzar al mercado 'El lazo púrpura de Jerusalén' (Grijalbo).

el 15 sep 2009 / 03:26 h.

Documentar el pasado e inventar la intrahistoria, ése es el secreto de Jesús Maeso de la Torre (Úbeda, 1949), prolífico autor de novela histórica que acaba de lanzar al mercado 'El lazo púrpura de Jerusalén' (Grijalbo), una nueva excursión a la época de las cruzadas siguiendo la pista de una misteriosa orden de templarios.

El autor de títulos fundamentales de la narrativa histórica española como 'Al-Gazal, el viajero de los dos orientes' y 'Tartessos', se ha sumergido en la Edad Media para abordar las cruzadas desde la óptica de la orden de Monte Gaudio, "una hermandad de caballeros que surgió en España y cuya historia, dramática y fascinante, permanece oculta". "Lucharon cara a cara con los templarios en Tierra Santa y fueron muy temidos", dice el escritor, convencido de que la historia que cuenta en su nuevo libro es "apasionante, ya que los miembros de Monte Gaudio eran unos monjes guerreros que incluso provocaron el pavor del valiente Saladino".

Señalado por los críticos como uno de los "tres mosqueteros de la novela histórica" (junto con Eslava Galán y Calvo Poyato), Maeso de la Torre ha impuesto su diferencia en el sobresaturado género al que dedica su pluma "gracias a la elección de personajes secundarios, notables olvidados de la historia, malvados a la sombra y héroes llenos de polvo": "Estoy convencido de que las anécdotas del pasado son más fascinantes que los grandes acontecimientos", dice.

Por eso, un libro como 'El lazo púrpura de Jerusalén' está plagado de adivinadores, guerreros musulmanes, miembros de la oscurantista secta de los drusos, arquitectos conspiradores y los enigmáticos cagots, los constructores leprosos -"en realidad sólo tenían acné"- de las catedrales góticas.

Maeso, que despliega un verbo contagioso cuando habla de literatura asegura que, como historiador, tiene la obligación de adentrarse "en el espíritu de la historia", lo que conlleva "intentar entender unas formas de vida incomprensibles en la actualidad", pero no en la Edad Media, cuando "tanto cristianos como musulmanes se mataban en nombre de Dios".

El escritor, que reconoce que no le gusta abordar el pasado desde el presente, prefiere situarse siempre en la época donde va a hacer transcurrir su historia para así permitirse "descubrir perfiles desconocidos". Es el caso en su nuevo libro de los "oscuros templarios", quienes son señalados como "los inventores de la banda moderna": "Desde Londres a Jerusalén se podía ir sacando el dinero en todas las encomiendas templarias a través de un pagaré firmado con el sello del Temple". "La historia de éstos caballeros está llena de datos que jamás sabremos", lamenta Maeso.

Con un profundo barniz hispánico "y andaluz cuando toca", el también autor de La profecía del Corán ha ido más lejos en su reciente libro al tejer cuatro historias que evolucionan por caminos separados y que "confluyen en una gran catarsis". "En El lazo púrpura de Jerusalén todos los personajes son sospechosos de algo malo", asegura, a la vez que, asido al rigor de las enciclopedias, pasea a los protagonistas por lujosos palacios, castillos medievales, leproserías, mezquitas y galeras templarias. "Claro que también están recogidos los detalles de las cortes de Balduino, Saladino, la Roma papal y la Bizancio imperial", puntualiza. "Para la literatura, el pasado siempre será más atractivo que el presente", concluye el novelista.

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