Los tres jefes de la unidad antidroga (Udyco) imputados por no haber informado a sus superiores ni a la Justicia de que habían robado 150 kilos de cocaína y heroína de sus almacenes no sospecharon que estaban ante un cambiazo: al ver que lo que debía ser droga no lo era, creyeron que había habido un error al etiquetar o al almacenar los alijos guardados en el calabozo. Cuando estalló el escándalo sí colaboraron en las investigaciones.
Así se lo explicaron el viernes a la juez de Instrucción 19, Ana Cristina Escribano, que tras tomarles declaración los dejó en libertad con cargos pero sin pedir fianza ni adoptar ninguna medida cautelar. "En principio piensan que se trata de un error, y están haciendo no averiguaciones, pero sí las comprobaciones para ver si se trata de un cambio en las etiquetas o un error en el almacenamiento, pero en absoluto piensan que sea una sustitución de la droga", aseguró ayer la abogada del inspector jefe y los dos inspectores imputados, en declaraciones a Radio Sevilla. La letrada añadió que "cuando se dan cuenta, inmediatamente lo ponen en conocimiento de sus superiores".
El testimonio de estos tres mandos policiales ante la juez pretende cerrar el último fleco tras 16 meses de investigación sobre el insólito robo de droga de los calabozos de la Jefatura de Policía, que se descubrió en junio de 2008 al realizar un contraanálisis a un paquete de droga que dio negativo, y reveló que había sido sustituido por talco o yeso. Como sospechoso de ser el autor material lleva un mes en prisión Lars S.M., un ex policía de 35 años que trabajó en la unidad contra la droga y el crimen organizado, Udyco, antes de pedir una excedencia para montar un negocio de motos y barcos. También fue a la cárcel un matrimonio de traficantes a los que se atribuye el haber elaborado los paquetes falsos para dar el cambiazo. La esposa del ex policía quedó libre tras pagar 30.000 euros de fianza, imputada por blanqueo.
Pero las investigaciones han llevado al juzgado a sospechar que los jefes de Lars supieron que la droga había sido robada y durante un tiempo no lo dijeron, de ahí que hayan quedado imputados "por presuntamente tener conocimiento sobre los robos de droga antes de que estallara el asunto y no ponerlo en conocimiento de la autoridad policial y judicial", según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía al filo de la madrugada del viernes, cuando acabó un interrogatorio que se extendió durante unas 13 horas. El jefe de la Udyco declaró ocho horas.
Estos tres mandos, conocidos entre sus compañeros por sus largas "y exitosas" trayectorias en la lucha contra la droga, fueron los que al saberse el robo realizaron los informes que detallaban qué medidas de seguridad custodiaban los calabozos, quién había tenido acceso y qué alijos había. De hecho, según varias fuentes, fueron quienes desde el principio apuntaron a Lars como el posible policía corrupto, porque su desidia en el trabajo era tal que había provocado incluso que lo trasladasen de esa unidad a otra con menos movimiento.
Interior actuará cuando se conozca el resultado judicial. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer en Chiclana (Cádiz) que se esperará a ver qué deciden los jueces "para tomar una decisión" sobre los tres miembros de la Udyco imputados en el caso del robo de la droga en la Jefatura Superior de Sevilla.
Durante la inauguración de la nueva comisaría de la Policía Nacional en Chiclana, Rubalcaba manifestó que desconoce el contenido del sumario y explicó que "un sumario que es secreto es secreto para todos, incluido para el Ministerio, y por tanto lo que corresponde es esperar a ver qué deciden los jueces para tomar una decisión al respecto".
No es la primera vez que Rubalcaba asegura desconocer los pormenores de este caso, por el que el PP llegó a preguntarle en el Congreso, ni por tanto la primera ocasión en la que asegura que el Ministerio del Interior sólo actuará cuando, al tener acceso a las actuaciones, sepa con certeza cómo se produjo el robo de estupefacientes y por tanto quién tiene que asumir responsabilidades por estos hechos.
De hecho, tras el robo hay un asunto pendiente: la custodia de droga en las dependencias policiales. Cuando se descubrió el cambiazo se supo también que la Policía guardaba los estupefacientes en un antiguo calabozo custodiado por tres candados, a falta de mejores instalaciones. La Junta de Andalucía tendría que haber habilitado un almacén judicial hace 25 años, pero nunca lo hizo, y hasta hoy sigue sin hacerlo.
