Con una temperatura que está más cerca de la entrada del verano que la del invierno, la 8 edición de Andalucía de Moda comenzaba ayer su clausura en el Monasterio de Santa María de las Cuevas.
"Rosa, habría que quitar este relleno porque se me ve mucho cuando desfilo", decía una estilizada modelo durante los ensayos previos a la clausura. Entre bambalinas se escuchaban gritos de nombres. "Mati, pon aquí un alfiler y dale mejor forma a los adornos, que están mustios"... "Lara, dale un poco de colorete a esta niña que, le quieren hacer una foto".
Da igual en qué vestidor se entre que se nota en el ambiente nervios y mucha ilusión. Un trabajo duro que a veces no ve recompensa. "Llevo 20 años dedicándome a la moda flamenca y 10 vistiendo a novias y muchas veces no ves la recompensa. Es algo extraño porque la moda andaluza gusta en todo el mundo. No entiendo por qué se nos pone tantas barreras para cruzar el charco", se queja la modista sevillana Ángeles Verano.
Hay gente que entiende de moda y otras que no, pero lo cierto es que ellos saben que son creadores de una moda que no a todo el mundo tiene por qué gustar. "Cuanto más difícil me lo pongan, más me gusta trabajar. Me apasionan los retos", explica Susana Lirola (Almería).
José Puertas (Córdoba) fue el encargado de abrir, en este segundo y último día, la pasarela de la moda andaluza para la primavera verano 2011 cuando aún era de día. Un desfile de largas piernas enfundadas en tacones de aguja y plataformas interminables que provocaban el andar inseguro de las modelos. "Miro hacia el futuro. Si remamos todos juntos, llegaremos a buen puerto. En mi colección pudo el color azabache y el titanio que me han inspirado patrones para conjugar formas de una manera muy femenina", define el diseñador cordobés.
Un caminar muy vigilado por los nuevos alumnos de la agencia de modelos de la empresaria Raquel Revuelta. Se notaba que aún no habían comenzado las primeras clases, porque entre ellas cuchicheaban... "¿Has visto en qué plataformas está subida?"... "Qué piernas más duras se le ven, me voy a tener que esforzar en el gimnasio". "¿Has visto qué bien posicionadas están las niñas y aún no han empezado el curso?", le dice orgullosa la supervisora de estos nuevos alumnos a un fotógrafo. Mientras, una de ellas mira las piernas de sus compañeras para darse cuenta de que la que tiene cruzada está de manera incorrecta. "A mí no se refería porque en vez de la derecha yo tengo cruzada la izquierda".
Qué calor hace en el CAAC. Imposible escribir y abanicarse al mismo tiempo. Era como si la primavera estuviese llegando de nuevo o nunca se hubiese marchado. Pero también es imposible no mirar estas innovadoras creaciones.
Tras el diseñador cordobés, a las 20.15 horas llega el turno de la joven empresa Charfal, que presenta una colección de vestidos que pierden volumen para marcar las formas femeninas. Naranjas y blancos para unos tejidos con mucha fuerza y personalidad como el punto y el denim.
Llega la hora para un break y la noche ya ha caído. A las 21.15 horas, el cordobés Francisco Tamaral saca lo mejor de su colección con vestidos más cortos por delante que por detrás. Y su gran inspiración, vestidos globo con poco volumen.
Rodeado de grandes mujeres, Tamaral deja libre la pasarela a Missey, Ángeles Verano y Susana Lirola, que luce en sus prendas la limpieza en las costuras.
Las modelos tiemblan sobre las piedras del suelo. Inseguras y frágiles se mezclan con un paisaje típico de la moda andaluza.
