Local

Los sindicatos marcan sus líneas rojas ante el nuevo diálogo social

CCOO y UGT desconfían de un acuerdo con la patronal y exigen a la Junta medidas concretas

el 12 nov 2012 / 21:19 h.

TAGS:

Francisco Carbonero (CCOO-A) y Manuel Pastrana (UGT-A) ayer en rueda de prensa en Cádiz.

"No va a ser fácil aunque es extremadamente necesario". Con estas palabras recibieron ayer los líderes de UGT y CCOO en Andalucía, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, la invitación formal lanzada por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán , de cerrar un nuevo acuerdo de concertación social en enero o febrero del próximo año. El Gobierno andaluz, que aspira a el pacto social en Andalucía se convierta en "la contrarreforma laboral" y propicie que se retome la negociación colectiva, lanza este órdago para retomar la negociación en plena guerra entre sindicatos y empresarios y a días de una huelga general.

Los sindicatos, en su perfil más beligerante, dejaron ayer claro que no van a tragar con cualquier acuerdo.Los dirigentes de CCOO y UGT aseguraron, en una rueda de prensa conjunta en Cádiz, que no van a limitarse a "ratificar ningún documento que haya elaborado el Gobierno de manera unilateral". Exigen "negociación y consenso". Carbonero aseguró que el futuro pacto debe contemplar medidas concretas y "garantías de protección social para aquellas personas que están al borde de la exclusión". Exigen planes de choque para los parados de larga duración -la tasa de paro en Andalucía alcanza ya el 35%- y abordar un nuevo modelo productivo para después de la crisis.

Pastrana y Carbonero coincidieron en exigir que el acuerdo se negocie con los empresarios y que sirva para paliar los efectos nocivos de la reforma laboral. Insistieron en que debe "paliar los efectos tan nocivos de la reforma laboral en materia de negociación colectiva", informó Europa Press. Ese ha sido igualmente un argumento del Gobierno andaluz al poner de nuevo sobre la mesa la negociación.

Ayer la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, aseguró que este pacto evidenciará "una hoja de ruta distinta". Según publicó el pasado domingo en su blog el presidente Griñán, se trata de que desde Andalucía se marquen límite a la ley estatal y se sirva como contrapunto a las políticas del Gobierno de Rajoy en materia de empleo. Está por ver si los empresarios andaluces, firmemente alineados con la reforma laboral desde la patronal que capitanea Santiago Herrero, estarían dispuestos a ceder terreno en este ámbito.

Los sindicatos continuaron ayer con su particular carta de peticiones al Gobierno andaluz antes de sentarse a la mesa de negociación. Ambos dirigentes sindicales avanzaron que exigirán al Gobierno andaluz de PSOE e IU que "se distancie totalmente de la política de recortes y de destrucción de lo públicos que está imponiendo el Gobierno de Rajoy en Madrid".

Los Presupuestos andaluces para 2013 , que el próximo jueves se debatirán en el Parlamento andaluz, han sido acogidos con distancia por los sindicatos. Sobre todo, porque las organizaciones sindicales recelan de los recortes impuestos en materia de empleo público y auguran una cascada de despidos en las empresas de la Junta. En definitiva, la propuesta de Griñán de retomar el diálogo social fue recibida por un mensaje claro desde los sindicatos: "Menos anuncios y más realidades", reclamaron ayer.

Menos exigente fue el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, quien admitió que la concertación "es cosa de tres". "Cada parte tendrá sus objetivos y habrá que sentarse, negociar sobre ello, y ver si somos capaces de ponernos de acuerdo", señaló. Herrero reconoció, y en eso coincidió con los sindicatos, que "siempre es difícil" llegar a acuerdo pero es "cada vez más necesario". El último acuerdo de concertación se firmó en 2009, pero la crisis y los ajustes lo condujeron a punto muerto al poco tiempo de suscribirse. Expira a final de año pero lleva meses paralizado, según han denunciado sus protagonistas.

Durante más de una década, la Concertación ha sido uno de los grandes logros por parte de la Junta y del clima de paz social entre empresarios y sindicatos se han beneficiado todos.

Sin embargo, el último acuerdo que el Gobierno andaluz firmó en 2009 con empresarios y sindicatos ha sido un continuo foco de conflicto. Truncado por la crisis, el pacto, que expira a final de año, está paralizado y así lo han denunciado los agentes socioeconómicos. Los ajustes han dado al traste con los objetivos del ambicioso documento, que preveía movilizar 19.000 millones en cuatro años. El presidente José Antonio Griñán va a citar a la patronal, a UGT y CCOO en enero para renovar el pacto. No será fácil. Habrá que salvar la enorme brecha entre sindicatos y empresarios.

Que la Junta se comprometa a firmar una nueva Concertación implica que deberá dotarla de medidas concretas, y, sobre todo, de dinero. Se antoja complicado después de que el Ejecutivo andaluz aprobara la semana pasada el Presupuesto de 2013, el más austero de todos, condicionado por la soga del déficit público (0,7% del PIB). Habrá unos mil millones destinados para crear empleo y reflotar la economía. Sindicatos y patronal criticaron duramente las cuentas, los primeros, porque avisan de que se perderá empleo público, y la Confederación de Empresarios de Andalucía CEA por el recorte en la inversión (-20%).

Está claro que la nueva Concertación no tendrá números boyantes. El VII Acuerdo, firmado a finales de 2009, contaba con 19.000 millones para financiar 391 medidas durante cuatro años. Cinco meses después el acuerdo casi saltó por los aires. UGT y CCOO denunciaron que no había habido ninguna reunión. Meses después y tras las distancias marcadas por la huelga general del 29S, sindicatos y patronal volvieron a dar un golpe en la mesa y denunciaron que no se había desarrollado ningún punto del pacto. En enero de 2011 Griñán se reunió por separado con ambas partes. En su investidura prometió un nuevo pacto por Andalucía, que daría cabida a nuevas organizaciones sociales y partidos políticos.

  • 1