Cada vez gustan menos las medidas adoptadas por el Gobierno en materia laboral, al menos a los sindicatos. La anunciada el lunes, por la que el Ejecutivo pretende reducir de 100 días a un mes el plazo que tiene un parado para decidir si acepta o no un curso de formación antes de que le quiten la prestación, ha colmado el vaso y sirve además a los representantes de los trabajadores como aliciente para calentar la huelga general del próximo 29 de septiembre.
En este contexto, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, se mostró ayer muy crítico con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, a quien pidió que "no criminalice" a los parados para justificar la adopción de nuevas medidas de recorte. "La gente no está en el paro por gusto", le recordó Toxo, que dejó entrever que también podría ser un modo de maquillar las estadísticas del paro, que a partir de septiembre volverá a repuntar.
El líder de CCOO, en declaraciones a la cadena SER, señaló que la enmienda que ha presentado el PSOE en el Senado al texto de la reforma laboral no plantea rebajar de 100 a 30 días el periodo de gracia para rechazar cursos de formación, y cree que el Gobierno se está reservando esta medida para incluirla en un reglamento "que aprobará con mayor discrecionalidad en alguna reunión del Consejo de Ministros".
Toxo subrayó que el Ejecutivo se ha mostrado "incapaz" de corregir los efectos de la crisis, de manera que la destrucción de empleo en España ha sido "mucho más acelerada" que en otros países europeos. En este contexto, lamentó, los servicios públicos de empleo han jugado un papel "mínimo" y ahora, dijo, el Gobierno quiere "buscar atajos" abriendo a la iniciativa privada la intermediación laboral mientras por otro lado culpabiliza a los parados de la situación.
"La gente debe hacer esfuerzos para buscar empleo, pero me preocupa el sustrato del argumentario que se utiliza para llegar a esa conclusión del Gobierno, porque los parados no lo son por voluntad propia, se ven expulsados del mercado del trabajo", apuntó, y añadió que obligarlos a aceptar cualquier puesto de trabajo es "apostar por la precarización".
El dirigente sindical recordó que en 2006 Gobierno y agentes sociales acordaron acometer una transformación profunda en los servicios públicos de empleo, que sólo intermedian en el 2% de las colocaciones. Pero cuatro años después, criticó, no se ha hecho "absolutamente nada".
Toxo aseguró que el crédito del Gobierno "está bajo mínimos y descendiendo" y se mostró convencido de que la reforma no le va a favorecer electoralmente. A su parecer, el Gobierno ha sido "errático" en lo económico, y "dubitativo" en lo político.
El líder de CCOO acusó además al Ejecutivo de "ningunear al Parlamento" al haber modificado los requisitos para acceder a la ayuda de 426 euros (se han quedado fuera los parados de entre 30 y 45 años sin cargas familiares) en lugar de limitarse a prorrogarlas, y criticó que ahora quiera justificarse "con mil argumentos" cuando sería "mucho más limpio decir que no hay recursos que engañar a la opinión pública".
Además, criticó que el Gobierno haya vuelto a la ofensiva con el sistema de pensiones recuperando la idea del retraso de la edad de jubilación. "Con las desgracias para 2030 pretenden meterle un tajo serio al sistema", denunció el sindicalista, tras referirse a la recuperación de los 500 millones para inversión pública y aventurar que el reparto del dinero tendrá "tintes electorales".
Preguntado por la huelga general, Toxo aseguró que la "indignación" ha ido creciendo entre los trabajadores gracias a un gran propagandista: Celestino Corbacho. A su parecer, el "éxito" del paro irá acompañado del "fracaso" del Gobierno.
