El comité de empresa de Cádiz Electrónica, filial de Visteon Corporation ubicada en El Puerto de Santa María (Cádiz), calificó ayer a la compañía de "terrorista empresarial", al "prácticamente secuestrar" a los representantes de los trabajadores para comunicarles el "cierre irrevocable" de la planta, pero sin exponer las causas del mismo ni atender a las cuestiones planteadas por los sindicatos.
"Nos metieron en un autobús sin indicarnos el lugar de destino". Una vez allí, el cierre les fue anunciado por dos asesores del gabinete jurídico Garrigues, el presidente del Consejo de Administración de Cádiz Electrónica, un vocal de éste y la directora de Recursos Humanos de la corporación con una traductora, ya que los tres últimos "ni siquiera hablaban español". Ante las interrogantes del comité, los interlocutores empresariales espetaron que "no hay preguntas".
Así relataron los representantes de los trabajadores el modo en que les fue anunciado el cierre de la planta. A esto se suma que, tras comunicar lo ocurrido a la asamblea, se encontraron la "sorpresa" de que "no podíamos continuar realizando nuestro trabajo, ya que el servidor informático que gestiona los procesos productivos, que está situado en EEUU, había sido desconectado, siéndonos imposible poder continuar con la actividad".
Añadieron que en cuanto regresaron al hotel donde les comunicaron el cierre, "dos gorilas" de los representantes empresariales buscaron al jefe de planta y al jefe de finanzas y "los metieron en un coche y los llevaron al notario para que rehusasen a sus poderes y no puedan decidir".
Los representantes sindicales comentaron que "a estos terroristas sólo les faltaba el pasamontañas", ya que con su actuación "no han cumplido la legislación" y han dejado "en estado de shock a la plantilla". Así, exigieron a la empresa que "ponga las causas encima de la mesa y que cumpla la ley", apuntando que por el momento no ha entregado "ninguna documentación" y, por tanto, no hay señalada ninguna fecha para el inicio de la negociación.
El comité de empresa mostró además su sospecha de que el cierre de la filial en El Puerto se debe a "un posible caso de deslocalización". El secretario general del Metal de UGT, Diego Peces, basó estas sospechas en que "hay producción y algunas líneas se han enviado a China, donde el coste es mucho menor".
La Junta exige explicaciones a la empresa por la decisión
El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, Manuel Jiménez Barrios, exigió ayer a Visteon que dé las "explicaciones verdaderas" sobre los motivos que han llevado al cierre de la fábrica de El Puerto de Santa María de la empresa Cádiz Electrónica, filial de la multinacional.
Jiménez Barrios afirmó que no entiende cómo la compañía todavía no ha dado explicaciones oficiales a la máxima autoridad laboral de la provincia de Cádiz, en esta caso el delegado de la Consejería de Empleo, a pesar de que se le ha solicitado información en cumplimiento, además, de la legalidad laboral vigente en la comunidad andaluza.
El delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz calificó de "muy mala noticia" el anuncio del cese de la actividad en esta planta y calificó de "indignante" la forma en la que ha sido comunicado por parte de la empresa a los trabajadores y el trato dado a unos profesionales que llevan 20 años trabajando en la misma.
Por su parte, el consejero de Economía, Innovación y Ciencia , Antonio Ávila, lamentó "el fondo y la forma" sobre cómo se ha producido la decisión de Visteon de cerrar la fábrica. Por ello, dijo esperar que "en el futuro inmediato" la dirección de la compañía retome "la senda de la normalidad" para empezar a trabajar y conocer si existe "posibilidad de buscar soluciones". Así, dijo que, como responsables políticos, deben tener "mayor conocimiento de las razones y saber además la posibilidad de alternativas".
