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Los ultras, el Sevilla y el fútbol

Los seguidores radicales nervionenses protagonizan enfrentamientos de carácter más político que deportivo. El club no condena los hechos y guarda silencio.

el 15 dic 2009 / 21:06 h.

Los enfrentamientos del pasado domingo en Gijón entre los aficionados más radicales del Sporting y el Sevilla ha devuelto a la actualidad este fenómeno que, lejos de ser exclusivo del fútbol, toma este deporte como camuflaje de razones tan o más poderosas que los colores de un equipo. La misma policía nacional lo reconoció el lunes. Los incidentes del barrio La Arena se debieron a “ideologías políticas extremas y antagónicas” y “en menor medida” al partidismo deportivo. Los Ultra Boys, radicales de extrema derecha del Sporting, se enfrentaron a integrantes de la peña sevillista Biris, que dentro de su disparidad cuenta con miembros de extrema izquierda. El enfrentamiento, lejos de ser casual, fue premeditado e incluso organizado a través de convocatorias en foros de internet, facebook y teléfonos móviles, según ha podido comprobar la propia policía.

Este enfrentamiento que atañe a los ultras más radicales del Sevilla no es el primero de estas características. La pasada temporada ya se registraron incidentes, por ejemplo, en los encuentros ante el Atlético de Madrid. En la ciudad hispalense fue herido de arma blanca un seguidor colchonero. En la capital madrileña la policía detuvo a varios sevillistas que portaban decenas de palos de béisbol, así como otros objetos contundentes, que en principio iban destinados a los seguidores del Marsella, que viajarían a Madrid días después. El odio entre las ultras del Sevilla y el Atlético también tiene un importante estigma político. El Frente Atlético también enarbola la ideología extrema derecha.Pero igual que se enfrentan, se apoyan. Los radicales nervionenses tienen enemigos por muchas partes de España, empezando por sus vecinos del Betis, los Supporters, continuando con los Ultra Sur del Real Madrid, el Frente Boquerón malagueño o los Ultra Boys del Sporting de Gijón, pero también sus apoyos. La hermandad entre los Biris y los Riazor Blues se explica con la coincidencia ideológica, así como el ‘buen rollo’ entre los más radicales sevillistas y otros ultras de clubes del norte de España.

SILENCIO SEVILLISTA. El Sevilla Fútbol Club no ha hecho hasta el momento se ha pronunciado sobre los incidentes del domingo ni anunciado medidas de retiradas de abonos. Opta por el silencio, como hizo en los referidos sucesos previos al partido ante el Atlético. Los altercados entre los radicales sevillistas y sportinguistas se saldan por ahora con 22 detenciones en total, de ambos bandos. Además, el menor seguidor del Sevilla A. M. D., de 17 años, permanece ingresado en Oviedo con pronóstico muy grave y de hecho ha sido intervenido de un traumatismo craneal severo.

A los doce primeros detenidos por los incidentes, de los cuales la mayor parte está en libertad tras prestar declaración, se les considera responsables de los delitos de lesiones, daños y desorden público.

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