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Macrobotellona de primavera

el 19 mar 2010 / 17:06 h.

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El Tuenti y el boca a boca consiguieron reunir ayer a 6.000 jóvenes en el Charco de la Pava para dar la bienvenida a la primavera. Gafas de sol, mangas cortas, zapatillas deportivas, móvil en mano para localizar a los amigos y, por supuesto, el lote para celebrar el cambio de estación.

Pese a la gran cantidad de personas que se reunieron en el recinto y a la gran cantidad de alcohol que consumieron, no hubo que lamentar demasiadas incidencias. Según los datos facilitados por fuentes municipales, sólo se registraron seis atenciones sanitarias que se solventaron en el mismo lugar. Tan sólo hubo que trasladar a un joven a un centro sanitario con una contusión en un pómulo, como consecuencia de una caída, aunque las lesiones no eran de gravedad.

El éxito de esta convocatoria, ya clásica año tras año, provocó que la Policía Local tuviera que cortar al tráfico rodado la avenida Carlos III para sorpresa de los conductores que circulaban por la zona, con el objetivo de facilitar el acceso de personas y vehículos hasta el Charco de la Pava.

Y es que hubo quien, pese a la marea de gente, se atrevió a meter el coche en plena botellona y, como ya es habitual, los emplearon para poner la música a todo volumen. Improvisadas discotecas a cuyo alrededor se atrevía a bailar más de uno.

Pero no sólo en coche, cualquier medio de transporte era bueno para acudir a la cita, incluso a pie. El reguero de jóvenes dirigiéndose al Chaco de la Pava fue constante durante toda la tarde, más aún cuando el tiempo acompañó, pese a que alguna nube que otra amenazaba con dejar algo de lluvia. Muchos no habían pasado ni por casa después de las clases y ni tampoco lo hicieron cuando llegó la noche. "No vamos a pasar por casa después. Directamente nos iremos al Centro" comenta Sebastián Díaz.

Para algunos era la primera vez que asistía a la fiesta, como María Gutiérrez que había quedado con su clase del instituto para asistir al recinto. Otros, sin embargo, presumían de ser veteranos. "Llevamos más de cinco años viniendo, para nuestro grupo es un encuentro ineludible", explica Antonio Moreno rodeado de sus amigos.

La otra cara del botellón era la que protagonizaban los que velaban por su seguridad. Efectivos de la Policía Local, de la Nacional, del 061 y de Protección Civil trabajaron todo el día para garantizar que no ocurriera ninguna incidencia. De hecho, los propios jóvenes, a pesar de la multitud, aseguran que se trata de un ambiente seguro, en el que no suelen surgir muchos problemas. La mayoría se registran a última hora, cuando con el efecto del alcohol "se ve volar por los aires más de una botella volar".


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