La unidad del taxi del Aljarafe se ha roto definitivamente después de seis meses de divisiones internas entre los propios taxistas. El Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe anunció ayer su retirada del área de prestación conjunta del servicio del taxi, que funciona desde hace 22 meses y en el que estaban, hasta ayer, 31 municipios de la comarca. Su alcalde, Antonio Conde (PSOE), justificó su marcha al carecer, a su entender, de una regulación. "Una entidad metropolitana del siglo XXI no puede actuar sin reglas reales y efectivas", argumentó Conde.
Ante la falta de avances en esa propuesta durante 2009, Conde detectó que "no hay muestras de mejoría en un futuro a corto plazo y, por tanto, es absurdo estar por estar". Esta marcha tiene una primera consecuencia: los municipios del Aljarafe no podrán recoger clientes de Mairena, al igual que ocurre con la capital hispalense, que tampoco pertenece a este área de prestación conjunta. Y, además, tampoco se deberá ajustar a los precios que marca el Consorcio del Taxi.
Su marcha supone acabar con la calma que, hasta hace poco, había conseguido la puesta en marcha del área de prestación conjunta del taxi del Aljarafe, que se había creado, precisamente, para aunar a los taxistas, hastiados de las tensiones que provocaba el hecho de que un conductor registrado en un pueblo no podía coger a gente de otro; y contentar a los usuarios, que se quejaban que en muchos sitios apenas tenían un servicio mínimo con ciertas garantías.
En principio, sólo Mairena del Aljarafe se ha retirado. Pero puede que no sea el único municipio que tome esa determinación. Tanto Bormujos como Tomares se sumaron desde un principio a la propuesta de dividir el servicio en dos coronas. Pero esas exigencias chocan frontalmente con una mayoría de los taxistas que están en el área de prestación conjunta, que señalaron en junio que ese cambio en el mapa del taxi del Aljarafe los podría llevar directamente a la ruina.
