La nueva ordenanza se aprobará en el pleno municipal del 30 de septiembre y se prevé que entre en vigor en noviembre, según anunció el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade. El consistorio atiende así a las reivindicaciones de las asociaciones empresariales del Polígono Guadalhorce y los vecinos de la barriada Puerta de Málaga, colindante con éste, y la céntrica Alameda de Colón, las zonas de la ciudad donde se concentra la prostitución. Aprovechando que el consistorio preparaba una nueva norma de convivencia, estas asociaciones presentaron unas alegaciones para reclamar un solución y fueron aceptadas. Ayer, estas asociaciones, junto a ONGs que trabajan con el colectivo como Médicos sin Fronteras y los Colegios de Abogados, Trabajadores Sociales, dieron ayer el visto bueno al texto.
La presidenta de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales de Málaga (APOMA), Ana López Caparrós, señaló que desde hace unos siete años, la prostitución callejera se desplazó al Polígono Guadalhorce -salvo un residuo en la Alameda- donde se asientan un millar de empresas con alrededor de 6.000 trabajadores. "Tenemos 17 kilómetros de calle y están las 24 horas, puedes ver tranquilamente 200 prostitutas cuando entras o sales del trabajo y el barrio Puerta de Málaga y el centro comercial Málaga Nostrum están pegados, por lo que son zonas transitadas por familias", señala.
Desde el consistorio, Andrade explicó que el hecho de incluir todas las prácticas sexuales "sin que la Policía Local tenga que entrar a verificar si son prostituta y cliente" obedece a que la finalidad es evitar aquellas que "alteran la convivencia" y en ello no incide si hay dinero de por medio o no.
"Los ayuntamientos no tenemos competencias para regular la prostitución, que no está regulada ni a nivel nacional, pero sí podemos sancionar las conductas que alteren la convivencia ciudadana y lo hemos delimitado según la distancia a zonas donde puedan ser vistas por vecinos y niños", explica el edil.
Andrade deja claro que "el sentido común" delimita qué se entiende por práctica sexual, por lo que "nadie tiene que sentirse perseguido, ni jóvenes ni mayores, ni tampoco las prostitutas porque en zonas donde no afecte a la convivencia no serán sancionadas". Aunque no es habitual encontrar casos de sexo en la calle más allá del ejercicio de la prostitución, reconoce que "excepcionalmente sí ha habido quejas de vecinos que se lo han encontrado bajo su portal y eso también es sancionable".
La cuantía de la multa oscilará entre 700 y 1.500 euros en función de "la intencionalidad, la reiteración y una serie de parámetros" pero en ningún caso dependerá de que se trate de una práctica pagada o no. De hecho, la Policía no entrará en ello.
Las ONGs presentes en la mesa han pedido al ayuntamiento que se refuerce la atención al colectivo de prostitutas y Andrade aseguró que prepara un programa de trabajo de asesoramiento jurídico y ayuda laboral.
