O. Granado / F. Veiga
El retraso que sufrirá la aprobación del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), prevista para este mes y que ahora no será posible hasta primeros de 2009, ha sentado como un jarro de agua fría a los alcaldes que tenían más expectativas en el documento.
El malestar, incluso indignación a veces, se reparte a partes iguales entre los alcaldes independientemente de su signo político, después de que la Junta de Andalucía haya confirmado que todavía está estudiando las 270 alegaciones presentadas al documento que marcará los criterios de crecimiento de un territorio englobado por la capital hispalense y las 45 poblaciones de su corona.
Los munícipes de las 10 ciudades de más de 20.000 habitantes de la corona coinciden al lamentar especialmente dos cuestiones: el hecho de que esto coincida con un momento muy delicado en la economía, por la crisis en la construcción, y que impida por tanto sacar al mercado determinadas bolsas de suelo para VPO, y que las áreas de oportunidad productivas -también previstas en el documento- no puedan servir de motor económico ahora que el ladrillo está en declive.
Hay que recordar que el Potaus contempla dos clases de áreas de oportunidad: las residenciales, donde entre el 60% y el 70% serán viviendas protegidas, y las productivas, centradas en polígonos, parques logísticos y tecnópolis de distinto tipo.
De este modo, para algunos regidores, especialmente entre varios de los que ya contaban en el Potaus con áreas de oportunidad reconocidas (La Rinconada, Dos Hermanas, Mairena del Aljarafe, Alcalá de Guadaíra, Carmona, Los Palacios y Villafranca, Utrera y Coria del Río) este retraso les supone posponer sus expectativas más allá de lo deseado. Entre tanto, para los que no tienen todavía áreas de oportunidad (en este caso de los mayores de 20.000 habitantes son Tomares y Camas) este parón implica prolongar más las dudas de si finalmente se aceptarán sus alegaciones sobre el tema.
Desde el alcalde de La Rinconada, Javier Fernández (PSOE), que habla de "retraso preocupante" hasta el de Utrera, Francisco Jiménez (PA), a quien no le sorprende "esta nueva muestra de mala gestión", pasando por el de Tomares, José Luis Sanz (PP), que recuerda que "si se cuenta des- de la primera vez que se habló de Potaus ya van 20 años de retraso", las voces críticas no entienden de signo político.
En cuanto a las razones de esta situación se encuentran, según expuso recientemente el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, el elevado número de alegaciones recibidas, que tendrán que ser contestadas y argumentadas de manera sólida, así como los propios cambios en su consejería. Se refirió así al hecho de que la de Obras Públicas, que fue la que inició en la pasada legislatura el Potaus, haya sido subdividida a su vez en Vivienda y Ordenación del Territorio, ahora encargada del tema.
