Uno de los futbolistas que avalaron la llegada de Míchel al Sevilla fue Manu del Moral. El jiennense lo tuvo como entrenador en el Getafe y conoce perfectamente su forma de trabajar. Además, fue el futbolista más utilizado por el técnico madrileño en aquella etapa. Ahora, sin embargo, a Manu le toca esperar en el banquillo, y por lo que comenta no se le ve demasiado feliz.
"Los que llevamos tiempo sabemos cómo funciona este mundo. Babá es un miembro más de la plantilla, como cualquiera, y tiene sus opciones para jugar de delantero centro. Yo también puedo jugar en esa posición. Ya lo he hecho este año. Pero eso son decisiones del míster. Ojalá sea yo el que lo haga", comentó en Radio Marca Sevilla, donde admitió que tiene "mucha ilusión" por enfrentarse al Atlético, ya que para él es "un partido especial", por su pasado colchonero.
Manu, sin embargo, no las tiene todas consigo, pues cree que no se le valora como sería justo. "A nivel de prensa siempre he tenido que hacer más que otros para que se me reconozca. A nivel de compañeros, no creo. Si he llegado al Sevilla, ha sido por méritos propios. No me han regalado nunca nada. He tenido que demostrar muchas veces un poco más para que tu nombre salga a la palestra. No sé si es porque me llamo Manu o porque soy de Jaén", dice con malestar.
DOS TÉCNICOS. El futbolista también ha hablado de la era Marcelino y del cambio que ha supuesto la llegada de Míchel. "Cada entrenador tiene sus métodos, su idea. Con Marcelino la culpa no fue de él, fue nuestra. A lo mejor la gente no entendía bien la idea, aunque no creo que no lo entendiéramos. Los resultados no llegaban. Tuvimos en contra incluso la mala suerte. Hubo partidos en los que hicimos todo para ganar pero que no ganamos. Al final todo se juntó. Ahora no creo que haya habido mejor imagen, porque con Marcelino hicimos buenos partidos, pero Míchel ha sabido dar la con la tecla y los resultados han cambiado", explica.
Por último, el ex del Getafe resalta la importancia del trabajo psicológico del nuevo técnico: "Lo dije desde el primer día, respetando a Marcelino: Míchel era el técnico idóneo para sacar al equipo de esta situación. Es jugador y ha jugado en un equipo grande".
